Feminista Ilustrada ha creado un meme tan simple como directo en contra de la homofobia y la sexualización de los disfraces, juegos o juguetes infantiles. “¿Qué es un niño vestido de princesa?”, pregunta en el encabezado de la ilustración para ofrecer tres opciones a modo de test: A. un niño gay, B. un niño que quiere ser una niña o C. un niño vestido de princesa. La única respuesta correcta es la última, porque el hecho de que un chico se vista de rosa, con falda y una corona, poco o nada tiene que ver con su identidad o condición sexual. Se trata de un juego.
No está nada mal recordar un concepto tan básico, menos aún en fechas como la Navidad, cuando la publicidad se llena de tópicos sexistas en los que las niñas juegan con muñecas y los niños con coches, donde las niñas eligen los sets rosas y los niños los azules… ¡Ya está bien! Hay que fomentar las campañas que muestren realidades neutras, sin género, en las que nuestros pequeños se sientan libres de elegir con qué y cómo quieren quieren jugar. Por eso es tan necesario difundir memes como este de Feminista Ilustrada.
Otras veces, las autoridades promueven iniciativas contra el sexismo. La Diputación de Pontevedra luchó contra los estereotipos y roles de género de los juguetes para explicar la necesidad de que sea el niño el que elija con la campaña Xogamos? «Comámonos un pouco o coco. A difrenza non a marque ti». También el Ayuntamiento de Madrid ha seguido líneas inclusivas y de diversidad en este sentido. Las pasadas Navidades, la Gran Vía amaneció con mensajes inclusivos: “La imaginación no tiene género, los juguetes tampoco”, reivindicaba el consistorio.