No paran. Primero, oposición al matrimonio igualitario. Luego, nuevas perlas contra el colectivo LGTBI, del tipo «no hay que proteger a los LGTB». Hace unos días han vuelto atacando al Orgullo de Madrid y, ahora, dicen que se puede ser gay, lesbiana, transexual, bisexual… pero «cada uno, su orientación sexual, en su casa y en su cama».
Fue en un acto del partido en Huesca. «Somos partidarios de quitar la bandera de los gays y las lesbianas del Casino de Huesca. Porque cada uno, su orientación sexual, en su casa y en su cama», dijo un representante del partido de Abascal ante los olés y los aplausos de los presentes.
Un día antes, Rocío Monasterio, presidenta de Vox en Madrid, dio una entrevista al periódico Abc en la que se manifestó contra el Orgullo: «Hay ciertos privilegios que se están dando a las fiestas del Orgullo Gay. ¿Por qué se tiene que parar toda la actividad porque se celebre el Orgullo? Colapsan Madrid un mes antes. Yo llevaría el Orgullo Gay y fiestas similares a la Casa de Campo, que la hemos arreglado y hemos gastado mucho dinero en ello. Así no se bloquearía el centro y no molestaría a nadie».
En esa misma entrevista volvió a atacar el matrimonio igualitario: «En Vox no nos metemos en la cama de nadie. Me da igual la orientación sexual. Nosotros llamamos matrimonio a la unión entre un hombre y una mujer, el resto son uniones civiles».
Nada que sorprenda, pues fue el propio Santiago Abascal quien dijo a Ana Rosa Quintana en Telecinco que su partido no era partidario de que todos tuviéramos los mismos derechos: «El matrimonio es la unión entre un hombre y una mujer, pero entendemos que tiene que haber una regulación de las uniones civiles y, por cierto, no nos oponemos a ningún colectivo, porque no creemos en los colectivos… Y lo digo porque hay muchas personas homosexuales que piensan igual que nosotros. Hay muchas personas homosexuales que están en Vox y piensan lo mismo. Y en cuanto hablan de estas cosas…». Para luego atacar una ley que nos puso en la vanguardia mundial en cuanto a derechos LGTBI: «Llegó Zapatero, pegó un acelerón y trató de provocar, de generar un debate social de conceptos que estaban muy asentados. Esa es nuestra propuesta».
Todo esto era ya conocido. Pero ahora sabemos que también quieren quitar el Orgullo de Madrid de nuestras calles. Una fiesta que ha convertido a la capital de España en referente a nivel internacional. Una fiesta de la que debemos sentirnos más que ‘orgullosos’.
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