El 18 de mayo parte del mundo tendrá sus ojos clavados en Tel Aviv (Israel), donde se celebrará la 64ª edición del Festival de la Canción de Eurovisión, donde España estará representada por La venda de Miki. Y parece que ya se sabe quién será la artista invitada de este año. Según el canal de televisión israelí i24news, se trataría, ni más ni menos, de la diva entre las divas… ¡La mismísima Madonna!
Con más de 200 millones de espectadores, Eurovisión es uno de los eventos no deportivos más vistos en Europa. Podría ser un escenario más que ideal para presentar al mundo el primer sencillo de su nuevo álbum, ese que la material girl lleva desde hace tiempo preparando (y que, previsiblemente, debería publicarse en los próximos meses.
Esta fantasía de performance podría ser posible gracias a la ayuda de un millonario, Sylvan Adams. El canadiense-israelí estaría dispuesto a pagar casi un millón y medio de euros por dos canciones, según han informado varios medios israelíes como Ynet o Mako, y también lo recoge Efe.
“Ella firmará el contrato en los próximos días”, ha asegurado una fuente cercana. “Sylvan Adams se estableció en Israel y dedica su vida a mejorar y fortalecer la imagen del país mediante el desarrollo de la cultura, el deporte y la innovación”, ha explicado su socio Danny Ben Naim.
Tal vez la aparición de Madonna en el eurofestival se trataría de un movimiento maestro para intentar acallar las voces del temido boicot a Eurovisión, ese que trata de impedir que el festival se celebre en Israel por su grave violación de los derechos humanos palestinos desde hace décadas. Un pinkwashing a costa de la marca Madonna.
Por eso nos preguntamos: ¿Aparecer en Eurovisión es el golpe de efecto que necesita la diva para seguir reinventándose de cara a su nuevo proyecto musical? ¿Le beneficiará a Madonna verse envuelta en el eurodrama israelí?