Ginés Cano, de bailarín en 'Fama' a goleador de fútbol

Temas: Fútbol, Murcia, Ruth Lorenzo

¿Qué hace Ginés Cano en Orihuela (Alicante)? Pues jugar como delantero centro –y meter muchos goles– en el equipo de fútbol –actualmente en Tercera División– de la localidad alicantina. Si veías Fama, ¡a bailar! le recordarás seguro; no en vano fue uno de los ganadores de la segunda edición del talent show de Cuatro, en la modalidad de parejas, junto a su compañera Raquel.

La vida de Ginés vida dio muchas vueltas a raíz de su triunfo, y lo cierto es que si no eres futbolero le habrás perdido la pista… hasta ahora.

SHANGAY ⇒ ¿Por qué dejaste en Madrid en 2012, con tu carrera como bailarín tan encarrilada?
Ginés Cano ⇒ Fue la decisión más dura de mi vida. El trabajo me iba muy bien, vivía del baile, que era lo quería: colaboraba con artistas famosos, grababa anuncios, especiales de televisión… pero a mi padre le diagnosticaron un cáncer y me tuve que volver a Murcia, porque para mí lo primero es la familia. Por suerte, ya está bien. Pero lógicamente todo cambió.

SHANGAY ⇒ ¿Abandonaste el baile por completo?
Ginés Cano ⇒ Al principio no, viajaba todo el rato. Cuando vi lo complicado que sería vivir a caballo entre Murcia y Madrid me puse a estudiar, me saqué un grado superior de administración [actualmente trabaja en una asesoría durante la semana], y me entró el mono de volver a jugar al fútbol.

SHANGAY ⇒ Menudo contraste entre el mundo de la farándula y el del fútbol, ¿no?
Ginés Cano ⇒ Sí, el cambio fue radical. Pasé de moverme en Madrid con gente del mundo de la música, la danza y el teatro a estar todo el rato con futboleros. Pero el baile y el fútbol han estado muy presentes en mi vida desde pequeño, me siento igual de cómodo en los dos ambientes.

SHANGAY ⇒ Sigues haciendo bolos ocasionales en discotecas como bailarín, ¿no?
Ginés Cano ⇒ Sí. Que cinco años después del programa me sigan llamando para bolos está muy bien, es señal de que caí bien y de que se valora lo que hice en televisión. Sigo haciendo cositas de baile, pero a mi ritmo. Y este verano organicé mi segundo campus de danza para niños, que funcionó muy bien, y me enorgullece un montón.

SHANGAY ⇒ ¿No te enganchó la fama? Porque podías haber intentando mantener cierta popularidad vía programas como Mujeres y hombres y viceversa, pero no…
Ginés Cano ⇒ Respeto a quien aspira a estar en un programa así, pero en mi caso sería un grave error acabar en él. Me han ofrecido ir muchas veces, pero meterme en ese juego, que no me llevaría a nada, sería malo para mi reputación como bailarín y deportista. Sí, supondría dinero, fama, bolos… pero no es lo que me interesa. La fama no me cambió; seguía siendo el mismo después del programa y siempre he querido mantenerme fiel a mis principios. La popularidad es difícil de llevar; de la noche a la mañana todo el mundo te para por la calle, ‘las niñas’ quieren besarte… ¡Y yo lo único que había hecho era bailar en televisión!

SHANGAY ⇒ ¿No echas de menos esa popularidad masiva?
Ginés Cano ⇒ Hay momentos en que sí. ¿A quien no le gusta que le adoren y lo digan lo bien que hace las cosas o lo buena persona que es? En esos casos me acuerdo de los momentos en que me agobiaba: cuando quería estar tranquilo con los amigos o cenando con mi pareja, y no había manera. Así equilibro.

SHANGAY ⇒ ¿Se cachondean mucho los compañeros de equipo con el tema de ‘Fama, ¡a bailar!’?
Ginés Cano ⇒ Alguna bromilla cae siempre. Cuando llegué al Orihuela C.F. enseguida me dijeron “¿Te vas a bailar un arrikitaun cuando metas tu primer gol?”. No me importa, lo llevo bien, lo hacen con buena intención.

SHANGAY ⇒ El cambio físico más evidente en ti desde ‘Fama’ es el importante aumento de tatuajes…
Ginés Cano ⇒ Sí, cuando entré al programa solo tenía dos, una estrella y un Trece, y cuando terminó me fui aficionando más a los tattoos y ya no paro de hacerme nuevos, y pienso seguir. Es mi único vicio, porque nunca he sido ni bebedor ni fiestero ni de drogarme. Vamos, que me bebo una cerveza y me tienes que llevar a la cama…

SHANGAY ⇒ ¿Qué tal te llevas con tu paisana Ruth Lorenzo?
Ginés Cano ⇒ Coincidí con ella hace un año en nuestro pueblo, Las Torres de Cotillas. No nos conocíamos, y nos pusimos a hablar sobre Eurovisión. Es una tía muy maja, supersencilla y con una personalidad increíble, y fíjate dónde está ya.

SHANGAY ⇒ ¿No te parece muy fuerte que los dos hayáis participado en sendas ediciones del festival de Eurovisión representando a España? Porque tú formaste parte del cuerpo de baile que acompañó a Lucía Pérez hace tres años…
Ginés Cano ⇒ Es fuerte, sí. Fue uno de los trabajos más importantes de mi carrera como bailarín, una experiencia increíble la de actuar sabiendo que te está viendo media Europa por televisión. Me pegué quince días espectaculares en 2011 que nunca voy a olvidar y que repetiría con los ojos cerrados. Quién me iba a decir a mí que acabaría saliendo por ahí con los Blue, que representaban a Inglaterra, y con sus coristas. Estuvimos en fiestas increíbles.

SHANGAY ⇒ ¿Qué otros momentos de tu trayectoria como bailarín destacarías?
Ginés Cano ⇒ Cuando bailé en los MTV European Music Awards en Madrid con Rihanna; compartir escenario con ella fue otro momentazo. Y también destacaría un especial de Navidad televisivo que grabé con Marta Sánchez.

SHANGAY ⇒ Fueron dos motivos más para que te ganaras a tus admiradores gays, que no son pocos, y lo sabes.
Ginés Cano ⇒ [Risas]. Sí, lo sé. Cuando realmente fui consciente de lo que gustaba a muchos tíos fue cuando salí en portada de Primera Línea con Yolanda Jiménez [ex de Rafael Amargo] en pelotas. Es cuando supe que el mundo gay estaba al acecho, y nunca me ha incomodado. Soy superabierto en ese sentido; he coincidido y convivido [en ‘Fama’] con gais, y nunca he tenido ningún problema en ese sentido.

SHANGAY ⇒ ¿Sigues sin tener problema en quitarte la camiseta siempre que te lo proponen, como en los tiempos del programa?
Ginés Cano ⇒ ¡Madre mía, cómo era aquello! Era otra época… [se echa a reír]. En aquel momento, iba de bolos, llegaba a la discoteca, veía cómo me respondía la gente y me venía arriba. Las niñas empezaban “¡Enséñanos los tattoos!”, y claro, con el tonteo me quitaba enseguida la camiseta. Ahora estoy más centrao, ya tengo 28 tacos y la cosa es distinta. Lo importante es que sigo siendo feliz con lo que hago.