Se ha prorrogado en Madrid la exposición dedicada a uno de los mitos culturales más relevantes de la historia contemporánea, voluntariamente anónimo. Banksy, el grafitero del nuevo milenio, es abiertamente polémico, controvertido y con tantos detractores como fans: o los consideran un genio, o puro camelo.
Más de 70 obras procedentes de colecciones privadas exhibe esta macromuestra, Banksy: ¿Genio o vándalo?, pensada precisamente como un espectáculo para las masas: salas en oscuridad para resaltar aún más vídeos e instalaciones (algunas puramente discursivas sobre el artista, que no parecen salidas de su mano), pero sobre todo esos grandes trozos de muros expoliados por los coleccionistas internacionales (principalmente rusos, de allí viene la expo,) junto a pequeñas ediciones en papel y algunas esculturas.
Banksy, el artista que, aunando activismo social y algunos parámetros del street art (sobre todo en su vía stencil, de dibujo con plantilla), es el mito y el enfant terrible de una manera popular y juvenil de hacer arte, en sus manos casi una estrategia, que revolucionó las calles de Londres y luego de medio mundo, con sus sátiras sencillas sobre el poder: que si la reina Isabel con cara de chimpancé, que si soldados pintando el símbolo de la paz, que si bobbies londinenses dándose un apasionado beso…
Sus estrategias efectivas calaron en toda una generación, que le ha perdonado incluso la cursilería más evidente: su serie más famosa no deja de ser una niña con un globo. En los últimos años ha criticado duramente el sistema oficial del arte: incluyendo trabajos suyos en muestras de arte histórico o destrozando obras que previamente ha enviado a subastar.
La presencia aquí de mucha obra gráfica sobre papel pone en duda su convencimiento real en esto de aislarse del sistema de mercado y ser un anti-todo: muchos lo comparan en realidad con un Damien Hirst, porque conoce como nadie los entresijos del sistema. Y los aprovecha.
A su favor, esto es indudable, tiene la creación de unas imágenes tan rápidamente identificables y tan incrustadas en el cerebro de cualquier individuo que lo han aupado al olimpo de esos pocos creadores de auténticos iconos culturales. Y portándose mal, siendo un gamberro. Algo que nos gusta a todos.
Banksy: ¿genio o vándalo? se puede visitar en el Espacio 5.1 del IFEMA (Avda. Partenón, 5) hasta el 19 de mayo. Más info en banksyexhibition.es