Ayer os hablábamos de la performance travesti que el bailarín Carlos Carvento desarrolló durante la Semana Santa de Córdoba. El jueves santo, Carlos se lanzaba a las calles de su ciudad con vestido, medias, tacones, teja y velo. ¿Su intención? Reivindicar que “los maricones también tienen derecho a vivir la Semana Santa, y su fe, como el resto”. Con su mantilla, el joven quería hablar de “la posibilidad de habitar espacios que son exclusivamente reservados para mujeres” y visibilizar “la gran presencia maricona que hay a todos los niveles en los rituales de nuestra cultura, y más si hablamos del sur de España”.
Carlos compartía su performance en Instagram, subiendo una foto en su feed y varios vídeos en stories. Sin embargo, la avalancha de likes y comentarios de apoyo que ha recibido su iniciativa se ha visto ensombrecida con la posterior eliminación de la publicación. Alguien había denunciado la imagen e Instagram la hizo desaparecer. “Hemos eliminado tu publicación porque no sigue nuestras Community Guidelines en relación con contenido o símbolos que inicitan al odio”, le comunicaba la app por privado.
La bochornosa e injustificada decisión de Instagram provocaba el lógico enfado del artista. “¿Quién ha sido el gracioso o graciosa que me ha denunciado la publicación? Me han eliminado la foto de mantilla.¿Qué pasa que os jode que tenga 1700 likes?”, protestaba en un story.“Por lo visto incita al odio”, explicaba después.
En un acto de rebeldía, el cordobés volvía a exhibir su espíritu reivindicativo. “El próximo año quiero a todos los maricones vestidos de mantilla. Pues ahora voy a volver a subir la foto y quiero que le deis 1700 likes o los que haga falta”. Continuaba reclamando.“Estoy harto de todos los maricones fachas, que eso ha sido un maricón facha seguro… ¡Qué poca vergüenza, qué poco valor! Como no sale el nombre de quien denuncia…”.
«Aquí la tenéis de nuevo. Siempre dispuesta. Dadle mucho amor»
Más tarde, tras la nueva oleada de cariño que recibió de sus followers, expresaba: “Gracias por todo lo que me apoyáis. Ahora espero que no me la denuncien otra vez… De todas formas, yo me voy a poner en contacto con Instagram porque esto no puede pasar más, porque la foto es una preciosura, yo no hago daño a nadie. Este es mi granito de arena a una lucha que llevamos muchas desde hace muchos años luchando. Maricón queda para rato, hasta el día que me muera. Os quiero mucho, maricones”.
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