Pocos artistas en nuestro país pueden presumir de ser auténticos iconos pop, referentes tanto para sus fans gays como heteros. Miguel Bosé está por encima del bien y del mal, pero no por eso se acomoda, como demuestra con Encanto.
Acaba de lanzar el vídeo del primer single de Amo, y resulta tan sugerente como tétrico. Si en el tema apuesta por una producción electrónica de lo más elaborada, con toques de trip-hop y drum’n’bass, en el clip ha optado por un contrastre radical en el tono, como de pesadilla medieval.
Bosé aparece como oscuro héroe de leyenda en una historia de dominación y sumisión que bebe tanto de Juego de tronos como de películas de estética filogay al estilo de Immortals.
Con el ojo pintado, coleta ocasional y actitud desafiante, Bosé inquieta y descoloca con su look. Como con su nueva música, que supone un giro radical frente a propuestas suyas recientes, y que entronca con la de una de sus mejores etapas, la del enigmático XXX.
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