Cuenca lleva ya 56 años celebrando en Semana Santa su Semana de Música Religiosa (SMR). Estamos ante de las citas culturales más importantes de estas fechas en España, y se puede decir que por este certamen han pasado casi todos los grandes de la música de cámara y sinfónica del mundo. Pero, además, ha sido un catalizador de panorama musical español, con estrenos mundiales de obras que han sido encargadas directamente por el festival, como el Stabat Mater de Pilar Jurado.
Desde el sábado 8 de abril, con el estreno en España de la ópera de cámara del compositor José Mª Sánchez-Verdú, Il giardino della vita, tras su première mundial en Lugano (Suiza), hace poco más de un mes, la ciudad acoje un amplísimo programa (puedes ver todo el programa AQUÍ) que combina con ciclos culturales, conferencias y, este año, una ruta barroca que intenta establecer un puente entre la música y la arquitectura.
Pero el maestro Cristóbal Soler, prestigioso músico y nuevo director artístico del festival, no quiere que sean solo estos días los que Cuenca sea uno de los capitales musicales de España, sino que las líneas maestras de esta edición se pueden resumir en un intento de abrir la SMR a la sociedad local (llevando conciertos a hospitales, residencias, integrando la programación en la vida de la ciudad), prolongarla en el tiempo más allá de la Semana Santa para que no se reduzca a una serie de conciertos concentrados en unos pocos días para el público aficionado, y dar la debida atención y protagonismo a la Orquesta, Coro y Solistas de la Academia de la SMR.
En definitiva, que la Semana de Música Religiosa se hace mayor para que esta preciosa ciudad de Castilla La Mancha deje de ser una gran desconocida. Cuenca es mucho más que sus famosas casas colgadas. A partir de ahora, habrá que mirar más a Cuenca…
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