Rocío Monasterio ha presentado a PP y Ciudadanos un documento programático que ambas formaciones deben comprometerse a cumplir. Todo indica que Vox ha tenido que ceder y rebajar sus exigencias para votar a favor de la investidura de la candidata del PP a la comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. El partido de Rocío Monasterio ha tenido que recapacitar y olvidar esas medidas que Ciudadanos no estaba dispuesto a aceptar, entre ellas, la eliminación de determinados artículos de las leyes autonómicas que protegen al colectivo LGTBI.
En la versión definitiva de la propuesta del acuerdo, la formación de ultraderecha ha suprimido también el requisito de firmar las tres formaciones el documento. Ahora considera que es suficiente con que se comprometan “verbalmente” y que será “perfectamente valido”.
Otra exigencia que Vox ha decidido obviar es la del polémico ‘pin parental’, con el que los padres podían pedir que los niños no asistieran a clase cuando se trataran contenidos morales o religiosos que no se correspondieran con las convicciones de los padres. Eso sí, a cambio se introduce la obligación de establecer “mecanismos que garanticen la no injerencia de los poderes públicos en la educación”.
Aunque el nuevo texto de Vox se elimina la obligación de derogar algunos artículos de las leyes contra la LGTBIfobia (que se mantendrían intactos), se introduce una nueva exigencia que afecta a la inversión de la carga de la prueba en casos de discriminación de este colectivo en el ámbito escolar (el culpable tiene que demostrar su inocencia, y no al revés). En concreto, se asegura que “cualquier tipo de acoso, discriminación o violencia será tratado de la misma forma, evitando que diferentes víctimas de acoso tengan diferentes grados de protección”.