El bohemio de Malasaña
Barbudo y trajeado con lo más vintage del mercado. Lo que algunos denominarían un hipster en toda regla. ¿Su medio de transporte? La bicicleta, a lo Shakira y Carlos Vives. Lo podrás encontrar en cualquier café-bar chic de la ciudad, donde haya una conexión digna de WIFI para navegar por Internet con su laptop de última generación.
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El GenderFluid
En su armario hallarás, aparte de camisetas y pantalones vaqueros, un sinfín de pelucas, tacones, vestidos y kilos y kilos de maquillaje. El candidato perfecto para disfrutar de lo mejor de la masculinidad y de la feminidad.
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El ‘Geek’
Un cerebrito amante incondicional de las nuevas tecnologías y apasionado por el mundo del cómic. Le delatan sus gafas de pasta y un cociente intelectual que sobrepasa los 150 puntos. Intentará seducirte con una buena sesión de su serie favorita, The Big Bang Theory.
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El ‘Sugar daddy’
Es mayor que tú, alguno lo es tanto que podría ser hasta tu padre, pero… ¿Qué más da? En el amor no hay edad. Uno de sus mayores atractivos es su nivel de experiencia, y no solo en el terreno sexual, sino en la vida misma. El consejero ideal para tratar los asuntos más existenciales.
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El amante de los animales
Perros, gatos, conejos, roedores y un largo etcétera son algunos de sus acompañantes fijos. Tendrás que adaptarte a ellos y no ellos a ti. Visitar al veterinario, afiliarse a PACMA o boicotear corridas de toros son algunos de sus planes favoritos.
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El yogurín
Lo opuesto al ‘sugar daddy’. Inexperto y recién sacado del cascarón. Suele ser imberbe y de piel fina, aunque a alguno se le puede atisbar algún que otro pelillo en las piernas. 20 años, y uno o dos de universidad, bastan para lucirlo como un trofeo delante de tus amigas. Advertencia: a la larga puede traer más de un dolor de cabeza.
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El chico de barrio
Desaliñado, despeinado y con unos recursos económicos reducidos. Un proletario en toda regla y con las ideas muy claras; el barrio es lo primero. Te hará partícipe de sus hazañas más bélicas y hará de ti una especie de Audrey Hepburn en Vacaciones en Roma, viajando en su scooter.
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El adinerado
No le verás jamás vestir ropa que no sea de marca, le encanta aparentar y nunca te dejará pagar ni las cenas ni los cines. A pesar de no ser millonario, tampoco se le puede denominar de clase media. ¿Su gran pecado? Ser un poco clasista en algunas ocasiones…
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La máquina sexual
Un chico normal y corriente. No es que tenga unas dotes especialmente resaltables, e incluso se le podría considerar uno del montón, pero sus sesiones de sexo se convierten en placerers cósmicos, tanto que incluso anulan el juicio.
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El amante de los armarios
No le ha dicho a nadie que le gustan los tíos, ya sea por miedo, porque cree que así lo normaliza mejor o por simple pereza, pero no lo dice y pretende que siga siendo así. Los encuentros a escondidas y en los lugares más recónditos serán la manera habitual de relacionarse con él.
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Tu primera… y última novia
Puede llegar a ocurrirte una sola vez, y es un punto de inflexión fundamental en tu vida: comprobar que las vaginas no son lo tuyo.
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Tu mejor amigo
Te duele todo lo que le duela a él, le cuentas tus inquietudes, te escucha y si tienes algún problema siempre va estar allí para apoyarte. En definitiva, descubresun concepto renovado de la fraternidad, y ya se sabe… El roce hace el cariño.
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