Quedar con tus amigos, ir a cenar y que te arruine la noche un camarero homófobo. Eso es lo que les ocurrió a cuatro chicos gays el pasado 29 de julio en Taranto, localidad italiana de Puglia. A la hora de pagar, el grupo se encontró con la desagradable sorpresa de que el camarero había escrito en la cuenta el siguiente mensaje, presuntamente dirigido a uno de sus compañeros: «mi raccomando so ricchioni», es decir, «te lo advierto, son maricones».
El grupo pidió rápidamente explicaciones al responsable del restaurante, que no daba crédito a lo sucedido y les pidió perdón. Al día siguiente, el propietario les contactó de nuevo para reiterarles las disculpas e informarles de que había despedido al camarero.
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