“Maricones de mierda, dadme todo lo que tengáis u os pincho con la navaja”. Miguel Tabuenca, coordinador de Aleas Esquerra Unida, y Santi Rivero, tesorero de COGAM, salían tranquilamente de un local de ambiente en Gandía, Valencia. La noche transcurría con normalidad hasta que un coche se paró delante de ellos y su conductor pronunció esas palabras llenas de magia y buenos deseos. Ante tal situación y el intento de agresión, Miguel y Santi se decantaron por la opción más sensata: correr.
Ambos se encontraban en la localidad costera con motivo de los 26º Encuentros Estatales LGTB, celebrados el pasado fin de semana. La organización quiere denunciar públicamente este ataque homófobo, pues «atenta contra los derechos y las libertades de las personas LGTB e infringe el código penal», por lo que reclaman una investigación que «conduzca a detener a los responsables de estos hechos».
Por su parte, el Colectivo LGTB de la Safor-Valldigna (CLGS) ha ido un paso más allá en su denuncia y explica que, pese a los avances cosechados en materia LGTB, “todavía queda pendiente la garantía efectiva de los derechos y las libertades”. Para lograrlo, CLGS reclama a los poderes públicos “la aprobación de leyes integrales, estatales y autonómicas, contra la LGTBfobia”. En ese mismo contexto, Esquerra Unida apuntaba que lo que se demuestra es «la vulnerabilidad en la que vive aún el colectivo LGTB y la necesidad de una ley estatal que ponga freno a este tipo de agresiones”. Mientras se deciden, los ataques se siguen sucediendo.
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