De eso se trataba. Si por algo se caracteriza el Movimiento Olímpico es por defender al deportista y promover los valores sobre los que ha de sostenerse la práctica de cualquier ejercicio. Por ello, nos alegramos enormemente de que, desde este pasado lunes, el sexto principio fundamental del olimpismo referente a la discriminación incorpore una mención especial a la orientación sexual de las personas. «Cualquier forma de discriminación hacia un país o persona basada en motivos de raza, religión, política, género o cualquier otro es incompatible con la pertenencia al Movimiento Olímpico», rezaba la carta olímpica antes de su modificación.
La asamblea del Comité Olímpico Internacional (COI), reunida este pasado fin de semana en Mónaco, debatió un número de reformas entre las que se encontraba la protección al deportista homosexual. «Seguir haciendo más de lo mismo no va a proteger a los atletas. Se necesita un enfoque distinto, científico», destacaba la esgrimista Claudia Bokel, presidenta de la Comisión de Atletas y cabeza visible de la reforma. El organismo reacciona así a toda la polémica desatada el pasado febrero durante la celebración de los Juegos de invierno de Sochi, tras la aprobación en Rusia de la ley contra la propaganda gay. ¡Bravo!
Relacionados…
> La novia de Michael Phelps era intersexual
> El primer gay de la NBA anuncia su retirada
> El árbitro de rugby gay que no está solo