Se me ocurren un montón de onomatopeyas. Puf. Vuelvo a resoplar. Se llama Jordan James, pero quiere llevar el apellido Kardashian por encima de todas las cosas. Su idolatría por Kim es tan enfermiza que se ha gastado mas de 150.000 dólares en operaciones de estética para intentar parecerse a la celebrity. La tentativa podría ser cuando menos discutible, pero el resultado es alarmante. Eso sí, Jordan pasa de todos los que le critican, debe ser que tanto plástico le ha generado una capa de inmunidad.
“Me gusta todo de Kim, su piel es perfecta, me río cuando me insultan porque, si la gente cree que busco su look natural, pediría que me devolviesen el dinero”, afirma nuestro protagonista. Un beso suyo te dejará sin habla, aunque para sustituto de Carlos Sobera jugueteando con la ceja no acabo de verle…
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