¿Por qué han acusado a Pablo Alborán de homofobia?

Tenía mucha curiosidad por ver el último videoclip de Pablo Alborán. Unos días antes del estreno, un amigo muy fan del artista –de esos que se lo saben todo y se enteran de todo antes que nadie– me había adelantado que Pasos de cero incluiría parejas LGTB entre sus imágenes, y por eso marqué su première en mi agenda, el pasado 21 de enero.

Cuando vi el vídeo me sentí estafado, más por la expectativa creada que por encontrar solo un par de pobres tácitos guiños gays en los 4:06 minutos que dura el clip. No esperaba el festival de la lentejuela –no es la línea a la que nos tiene acostumbrados el cantautor malagueño– pero sí que, al igual que las parejas heterosexuales bailan, se rozan, se abrazan y se besan explícitamente, las parejas gay y lésbica hicieran lo mismo. Ni más ni menos.

¿Por qué han acusado a Pablo Alborán de homofobia?

A continuación llegarían las críticas y las acusaciones de supuesta censura gay en el montaje. Martín de Arriba, uno de los jóvenes gays que participaron en las escenas que no se utilizaron finalmente, también habló para OndaArcoiris.com. Martín contó que su pareja y él también estaban sorprendidos, porque durante el rodaje sí tuvieron que acariciarse y besarse mucho, material que no aparece en el vídeo. Sin embargo, no cree que pueda tacharse a Pablo de homófobo: “Es un chico supersimpático, y el día del rodaje nos saludó a todos muy bien. Me parece una tontería que digan que es homófobo. Tampoco es de extrañar que el vídeo haya quedado así porque Pablo llama a sus fans ‘legión de ángeles’, entonces, ¿qué se puede esperar?”, explicó.

¿Por qué han acusado a Pablo Alborán de homofobia?

Yo, que he trabajado en una productora audiovisual, sé que antes de la edición final un videoclip pasa por muchos remontajes, y son muchas las personas que participan en la toma de decisiones hasta llegar a un consenso en el que artista, discográfica y resto de implicados quedan satisfechos. No sé en qué condiciones se habrá dado el OK definitivo, pero seguro que después de la polémica causada estarán arrepentidos; o no, porque hoy en día una buena polémica es la mejor de las campañas de promoción, aunque a priori Alborán no parece necesitarla.