Igual es mi mente enferma, que puede ser. Pero desde hace unas semanas vengo observando cómo en casi todo el mundo se discrimina a las personas transgénero a las primeras de cambio. El último caso llega desde Vietman, donde a las mujeres que se han sometido a una operación de reasignación de sexo se les prohíbe jugar al fútbol de forma profesional en el torneo oficial del país.
“El campeonato nacional es exclusivo para mujeres, nada de transexuales”, comentaba sin paliativos Duong Nghiep Khoi, vicesecretario de la federación. No contento con ello, argumenta que se trata de intentar ser lo “más justo posible”, a fuerza de no promover la igualdad, claro. Por el momento, no sabemos a cuántas jugadoras afectará la medida, pero ya ha quedado claro que no son bien recibidas.
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