Aunque a finales de junio de este año Estados Unidos daba un paso histórico aprobando el matrimonio igualitario en todos los estados del país, hay sectores que se siguen resistiendo a aceptar que el amor ha ganado esta batalla.
Pero, pese a que aún quedan injusticias y crímenes contra los que luchar, parece que el país de las barras y estrellas no piensa parar en su cruzada a favor de la igualdad. Esta vez, ha sido el Departamento de Justicia Juvenil del estado de Kentucky el órgano que combate firmemente la homofobia.
Los pastores que quieran ser voluntarios o consejeros en agencias estatales deberán comprometerse a no hacer comentarios homófobos o serán expulsados, como le ocurrió al pastor David Wells. A partir de ahora, los voluntarios y trabajadores tendrán prohibido “implicar o decir a jóvenes LGTB que son anormales, pervertidos, pecadores o que pueden o deberían cambiar su orientación sexual o identidad de género”, según el estado de Kentucky.