El pasado miércoles, Courteney Cox aparecía en Los Ángeles del brazo de su marido Johnny McDaid para el estreno de la serie Hand Of God. Por lo visto, la ficción no era lo único que se estrenaba esa noche, el rostro de la actriz, que se popularizó gracias a la serie Friends, parecía haber sufrido más de un retoque.
¿Se trata de un nuevo caso de exceso de bisturí a lo Renée Zellweger?, se apresuraron a especular los medios de comunicación. Aunque Courteney asegura que no se ha sometido a ninguna cirugía estética, sí que ha confesado que se infiltra bótox regularmente. Sin embargo, voces especializadas aseguran que presenta un rostro artificial, con pómulos realzados y ojos achinados.
Al igual que pasó con Reese Witherspoon, Nicole Kidman, Catherine Zeta-Jones, o más recientemente Meg Ryan, las redes sociales han ardido. Algunos tuiteros defienden la postura de la actriz, alegando que todo es un efecto de maquillaje al más puro estilo Uma Thurman. ¿Tú que piensas?