Si llenamos los gimnasios semanas previas antes de que comience el verano para tonificar el cuerpo o deshacernos de esos kilitos de más, también tenemos que tener en cuenta la operación armario. Que sí, que lo sabemos, que hace mucho calor y lo que quiere uno es ir lo más fresco posible, pero eso no significa que durante los meses de verano perdamos el buen gusto a la hora de vestir. Aquí os presentamos una selección de las diez combinaciones menos apropiadas para llevar este verano.
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Los pantalones piratas
Tuvieron su época dorada unos años atrás, pero hoy día están en plena decadencia. Los detractores de ese pantalón que ni es corto ni es largo afirman que no es bonito y que ridiculiza la estampa de quien lo viste. Sus defensores, los pocos que quedan ya, declaran que son muy ‘fresquitos’, a pesar de que solo dejan al aire la espinilla del que lo lleva…
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Los nanoshorts
Si los pantalones piratas dejaban al aire solo la espinilla del que los vestía, los nanoshorts dejan ver hasta el carnet de identidad. Y es que ya se sabe, los extremos nunca son buenos. Con tan poca tela, no es de extrañar que se puedan asomar de vez en cuando ciertos atributos masculinos, algo que no siempre es deseable. Como el avistamiento de un testículo semi-apretujado, la parte inferior de las nalgas o la coloquialmente llamada ‘hucha’, con el riesgo que supone que venga el graciosillo de turno a introducirte una monedilla. Mejor obviarlos.
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Las camisetas sin mangas
Hay que reconocer que no a todo el mundo le sientan bien las camisetas sin mangas. ¿Merece la pena dar a conocer las lorcitas de esos brazos flácidos por la edad, el contraste de color entre el moreno y el blanco palidez o el tatuaje tan innovador e ilustrativo de ‘Amor de madre’ que llevas en el brazo derecho por obtener un extra de frescor? No sé yo…
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Las bermudas de caballero
Si en invierno vestimos pantalones vaqueros que son de lo más monos, ¿por qué en verano los cortamos a la altura de las rodillas? Y peor aún, ¿por qué algunos los llevan de color fucsia, rosa o morado? Vale que es una prenda que muchos atribuyen al pijerío más selecto pero, por favor, combinemos bien los colores.
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Los bolsitos de caballero
Un bolso puede llegar a ser un complemento muy elegante a la hora de vestir a un hombre. Pero de ahí a llevar esa cosa, que no es ni bolso ni tampoco riñonera, sino una mezcla de ambas… Mmmm, mejor llevar los bolsillos petados que no ese prototipo de bolso.
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Los calcetines diminutos
Hace unos años desconocíamos su existencia, ahora es toda una tendencia. Su misión: que el pie no sude dentro del zapato, dejando ver a la vez los tobillos del que los calza. Pero en muchas ocasiones suele disiparse, incluso a lo lejos, el asomo de algunos de ellos por encima del zapato, y no es para nada favorecedor. O te pones unos calcetines en condiciones, o no te los pongas, pero no me hagas experimentos raros, por favor.
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Las sandalias
No, no me refiero a esas sandalias monas de cuero, elegantes y con cierto toque sofisticado. ¡No!. Me refiero a esas de plástico, gruesas e inmensas y de colorines, que venden en los bazares de debajo de casa a 2’95 el par. La guinda del pastel para aquellos aficionados a los pantalones piratas y las camisetas sin mangas. Y ya si la combinas con calcetines… Vamos, un orgullo estilístico para el mismísimo Jean Paul Gaultier.
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Las gorritas publicitarias
Bufff, ya lo que nos faltaba. Esa gorra publicitando los grandes almacenes a los que sueles ir los fines de semana para hacer la compra. Aquella gorra que te regalan los del banco al hacerte un plan de pensiones, o esas que te regalan con tu marca favorita de cerveza después de haberte gastado un pastizal en 12 litros de birra… ¡Esas gorras! Ya ni menciono las que imitan grandes marcos como ‘Adido’, ‘Niko’ o ‘Puna’… Evitémoslas a toda costa por el bien de la humanidad.
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El pareo
Llámenme heteronormativo si lo desean, pero los pareos son de señoras. Puede que a algún famoso de turno le quede más o menos razonable (y ni eso a veces), pero el hecho de ir al chiringuito o a la sauna con el pareo que hemos cogido prestado de nuestra santa madre y ponérnoslo de tal modo que sobresalga la tripita cervecera… como que no.
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El escote en forma de V
Esas camisetas descapotables en forma de pirámide invertida y predilectas de tronistas, supervivientes y ex concursantes de Gran Hermano que muestran sus pectorales inflados y con los que creen que seducen a todo lo que se cruce delante de ellos… Horteras a más no poder.