Durante años fue un nombre imprescindible en la escena LGTB underground de Madrid. Ilustradora, DJ, cantante y actriz, Roberta Marrero, canaria de origen, encontró en la capital el escenario perfecto para desarrollar sus inquietudes artísticas. Hace seis años se casó con un danés y se instaló en Copenhague (“allí llevaba una vida muy heteronormativa”, recuerda).
El año pasado se divorció y se volvió a instalar en Madrid, y se centró en la gestación de una novela gráfica en la que quería contar su experiencia como mujer trans desde pequeña. Por fin ha visto la luz El bebé verde, un libro en donde ha plasmado sus vivencias desde que llegó a este mundo, combinadas con reflexiones, ilustraciones y homenajes a los artistas pop que la ayudaron a sentirse orgullosa de ser quien es.
SHANGAY ⇒ ¿Has sentido que vomitabas muchas cosas en este libro que nunca habrías pensado hacer públicas?
ROBERTA MARRERO ⇒ Sí, porque había cosas que solo sabían mis amigos más íntimos. Hasta ahora, en mi obra había utilizado lo autobiográfico, pero enmascarado. Esta es la primera vez que no he utilizado máscaras.
SHANGAY ⇒ ¿Qué máscaras has usado a lo largo de tu vida?
ROBERTA MARRERO ⇒ De pequeña no me sabía defender del bullying y los insultos, y creo que habría que enseñar a los niños a defenderse en esas situaciones. Ya de adolescente, cuando me insultaban (que seguía pasando), actuaba como si no me hubiera enterado, me puse la máscara de la fortaleza. Pero a veces esa máscara te impide mostrar que eres vulnerable, y que tampoco pasa nada. En este libro, por primera vez, he mostrado mi vulnerabilidad para denunciar esa violencia a la que estamos sometidas las personas trans. Pero sin victimismo, del que huyo.
SHANGAY ⇒ ¿Te costó llegar a ese punto en que no te sentías una víctima de las agresiones que sufrías?
ROBERTA MARRERO ⇒ Hombre, tengo 44 años y todavía tengo que luchar contra eso todos los días… Porque la base de lo que somos se crea en nuestra infancia. Y lo que aprendemos de niños, si es erróneo, cuesta mucho desaprenderlo. Cuando creces y ves que tus padres no te apoyan, que en el colegio te quedas sola en el recreo, que te insultan por la calle… cuesta mucho reeducarte. Pero es un trabajo que recomiendo a todo el mundo que haga. Porque vivir tu vida es tu responsabilidad y tu derecho.
“El colectivo transexual tiene que salir del armario de verdad”
SHANGAY ⇒ ¿Consideras 100% positivo que vivamos un momento de tanta visibilidad trans?
ROBERTA MARRERO ⇒ Absolutamente. De hecho, uno de los motivos que me inspiraron a escribir el libro era aportar mi grano de arena a esa visibilidad. Ahora es cuando nosotras y nosotros contamos nuestras historias, y eso es superinteresante. Y es importante que las contemos de una manera positiva y sin histrionismo. Como sucede con Transparent, una serie de televisión maravillosa.
SHANGAY ⇒ ¿Qué opinas de Caitlyn Jenner?
ROBERTA MARRERO ⇒ Sé que mucha gente la critica, pero a mí me parece superpositiva. Dicen que no representa al colectivo transexual. ¿Y quién lo representa? No todos los transexuales son pobres, algunos y algunas tienen dinero. Ella podría haberse callado y dedicarse a ponerse modelos de Gucci, pero se ha posicionado políticamente a favor de las personas transexuales, y eso es muy positivo.
“En este libro he mostrado mi vulnerabilidad para denunciar la violencia a la que estamos sometidas las personas trans”
SHANGAY ⇒ ¿Por qué hemos pasado de que el colectivo transexual provocase miedo, incluso rechazo, a que ahora incluso fascine?
ROBERTA MARRERO ⇒ Esa fascinación siempre ha existido. Somos uno de los últimos colectivos que tienen que salir del armario de verdad. Hemos sido muy castigados, también por nuestros hermanos y hermanas. La gente se muere por ser aceptada, y en ocasiones parece que hay una obsesión por encajar en unos prototipos que al final son heteronormativos. Se crean los debates: trans operadas vs trans sin operar, gays con pluma vs gays sin pluma… Si te operas, bien, si no, también; si tienes pluma, genial, si no, también. Nos hemos desbandado demasiado, y en ese desbande, las personas transexuales hemos sido muy rechazadas, incluso dentro del colectivo. Ahora es cuando se nos ha vuelto a prestar atención… Como parece que los gays y las lesbianas ya tienen los deberes hechos, ahora es nuestro momento.
SHANGAY ⇒ ¿Cómo has reaccionado ante la muerte de La Veneno y el revuelo que ha provocado?
ROBERTA MARRERO ⇒ Me da mucha pena que se haya muerto. Y siempre me voy a poner del lado de La Veneno, porque estoy en su barco. Su familia la humillaba en televisión, hablaban de ella en masculino; la televisión la usó como un bufón, y esa maquinaria ejercía una violencia horrible sobre Cristina. Tras su muerte, en vez de aprender que eso estaba muy mal y que nunca más se debería ejercer ese tipo de violencia sobre las personas transexuales, lo que se ha generado en las redes sociales ha sido un movimiento como si quisieran hacer de La Veneno la Eva Perón de las transexuales… Pues lo siento en el alma, pero La Veneno no era ni punk, ni transgresora, ni educó a nadie con respecto a la transexualidad. ¡Porque no podía! No era una santa, sino una víctima de esta sociedad horrible que le enseñó a decir que era un hombre, que era un maricón, que si Bibiana [Fernández] era otro maricón… Y nunca tuvo armas intelectuales para defenderse.
“La Veneno no era ni punk, ni transgresora, ni una santa, sino una víctima de esta sociedad horrible”
SHANGAY ⇒ En tu libro utilizas armas incluso naïf para defender tu idea de que hay que acabar con el heteropatriarcado…
ROBERTA MARRERO ⇒ Y curiosamente, de todas las personas que me han escrito para decirme que les ha gustado el libro, o que se identifican con lo que cuento, ninguna es transexual…, al menos hasta ahora. Es un libro que lucha contra el machismo porque todos somos víctimas de ello. Incluso las personas que agreden por la calle a un chico gay son víctimas de ese sistema. Está bien que el libro le guste a personas que no tienen por qué ser transexuales, gays o lesbianas, porque es hora de agruparnos. Sé que suena un poco hippy, pero es que al final, después de luchar por los derechos de los negros, de los gays o por el feminismo, estamos todos en el mismo barco. Porque el heteropatriarcado es un yugo que nos somete a todos.
SHANGAY ⇒ ¿Por qué esa defensa acérrima de lo raro en el libro?
ROBERTA MARRERO ⇒ ¡Porque todos somos raros! Lo que ocurre es que a algunas se nos nota más que a otros [risas]. La normalidad es un invento, el ser humano no es normal. El ser humano es antinatural, porque la civilización humana está basada en la idea de dominar la naturaleza. Todos somos raros y únicos, y cuando lo aceptemos nos vamos a respetar los unos a los otros.
SHANGAY ⇒ Como nos pasó a muchos que nos sentíamos raros de pequeños, el pop nos salvó la vida. En tu libro cuentas tu experiencia, y cómo te inspiraron los artistas que admirabas…
ROBERTA MARRERO ⇒ En el prólogo, Virginie [Despentes] dice que su hada madrina fue Nina Hagen, y la mía, Boy George. Y así fue. Yo fui bastante avispada desde pequeña, recuerdo incluso ver a Amanda Lear en televisión a finales de los 70… Pero la primera vez que vi a Boy George, estando con mi madre viendo la tele, me quedé plantada en el sofá… “¿Esto qué es?”. Me explotó en la cara, y me descubrió un mundo nuevo, que había personas como yo. Tener modelos de conducta positivos, de personas que desafían al mundo con clase, cuando te estás formando te ayuda un montón. Porque los copias, y ves que puedes ser tú sin necesidad de pedir disculpas ni perdón. Y Boy George fue quien abrió esa brecha por la que empecé a descubrir todo lo que vino después.
“Todos somos raros y únicos. La normalidad es un invento”
SHANGAY ⇒ Has trabajado como DJ, como actriz, como cantante, y ahora estás centrada principalmente en la ilustración. ¿Vives de tu arte?
ROBERTA MARRERO ⇒ Sí. Desde hace seis años me dedico exclusivamente al arte plástico. No estoy cerrada a hacer otras cosas, porque como artista soy inquieta, pero ahora mismo estoy centrada en la ilustración, y afortunadamente puedo vivir de ello.
SHANGAY ⇒ Hablas de ti misma en todo momento como mujer transexual. Pero sabes que hay transexuales a las que no les gusta que se utilice esa etiqueta, Bibiana Fernández sin ir más lejos. ¿Respetas esa actitud?
ROBERTA MARRERO ⇒ Respeto todos los puntos de vista siempre que convivan entre ellos. No me gustan las peleas; en este caso, se dan siempre entre mujeres transexuales, no entre hombres transexuales. A mí me encantaría que en el mundo no tuvieras que reivindicarte como persona trans, pero visibilizarte ayuda a desmitificar el mundo trans. Los medios de comunicación se han empeñado en dar una imagen de la mujer transexual llena de desinformación y de mitos falsos. Definirte como mujer transexual es un pequeño acto que puede ayudar a otras personas. Que Planeta, por ejemplo, me publique mi primera novela gráfica a mí, una mujer transexual, indica que estoy abriendo un camino de una forma bonita, y necesaria.
LA NOVELA GRÁFICA EL BEBÉ VERDE. INFANCIA, TRANSEXUALIDAD Y HÉROES DEL POP DE ROBERTA MARRERO ESTÁ PUBLICADA POR LÜNWERG/PLANETA.