Natural como la vida misma, se presenta como Jose, nada de J o ‘jey’. Si no fuera porque está en un impresionante salón con vistas de escándalo en un hotel de cinco estrellas gran lujo, no te imaginarías que es una superestrella, salvo que lo reconozcas.
Nos recibe con los tatuajes cubiertos, solo se intuyen los de las manos, con un look de lo más modosito para lo que es habitual en él, y nos quedamos solos un buen rato. Nada habitual en un artista de su popularidad, que suele llevar una gran corte a su alrededor. Unos minutos antes, hizo subir a un grupo de fans a los que había visto todo el día en la puerta para firmarles discos y hacerse fotos con ellos. Ante él estuvieron de lo más recatados, pero al salir empezaron a chillar y a saltar al ver las fotos en sus móviles. El encuentro se desarrolló sin histerias ni empujones. Otra rareza. “No llevo guardaespaldas nunca”, afirma. “¿Para qué? No quiero un peso más a mis espaldas. Solo los acepto cuando un promotor los impone, pero si no, nunca los llevaría. No veo la necesidad”. Con un Grammy latino recién ganado por su álbum Energía, J Balvin tiene cuerda para rato, y energía de la buena para dar y tomar.
SHANGAY ⇒ Hace unos años el reguetón no tenía buena prensa, se consideraba un género menor para un público de clase social baja. Tú has contribuido a que esa percepción cambie…
J BALVIN ⇒ A mí me encanta que sea un estilo de clase baja, y me encanta que llegue a las altas esferas. La música no tiene sexo, religión ni estrato social. A mucha gente le cuesta aceptar un estilo nuevo cuando aparece. Eso mismo pasó con el rock, hasta los Rolling Stones pasaron por ese tipo re hazo. O Kurt Cobain con Nirvana, que provocó un cambio generacional en el rock, y pobretico, cómo se tiraron a por él… Pero ahí está su legado.
SHANGAY ⇒ ¿Cuando empezaste a escuchar reguetón dijiste “esto es lo que quiero hacer”?
J BALVIN ⇒ Sí. Siempre fui fanático del rock y el metal, pero poco a poco vi que mi inclinación energética cuadraba más con el rap y el reguetón. Cuando viví en Nueva York, respiré la cultura del hip-hop y la entendí. Esa influencia urbana está en mi música, como la del reggae o la salsa, porque todos somos el resultado de nuestro pasado.
SHANGAY ⇒ ¿Qué sientes cuando te llaman ‘rey del reguetón’?
J BALVIN ⇒ Me encanta. Aunque no me considero un rey, sino un soñador; vivo de mis sueños.
“Me preocupa la imagen que quieren dar del reguetón muchos medios de comunicación”
SHANGAY ⇒ ¿Cómo controlas el éxito para que no se te vaya la cabeza?
J BALVIN ⇒ Es curioso, me sentía famoso cuando no era nadie comercialmente hablando: ahora es al revés. Hay que vivir la realidad y ser uno mismo.
SHANGAY ⇒ ¿Perseguiste tú a algún artista que admiraras de joven?
J BALVIN ⇒ Sí, a Daddy Yankee lo perseguí como un loco. Ahora somos grandes amigos, es muy fuerte. Lo esperaba horas y horas en los hoteles por si lo veía, y nunca salía. Por eso ahora procuro que mis fans no tengan que pasar por eso [risas]. Y me tratan con mucho cariño. De ahí que no quiera llevar guardaespaldas nunca; si pones un bloqueo, los fans sienten que tienen que romperlo, con gritos y mucho movimiento. Si tú estás tranquilo, la gente también, y si siente que puede llegar a ti, mejor.
SHANGAY ⇒ El reguetón siempre ha tenido un poso machista muy fuerte, y muchos valoran que tú huyas en tus mensajes de esas consignas. ¿Es a propósito?
J BALVIN ⇒ Es que no me sale. Tampoco soy un santo, ojo, ni el caballero perfecto. Pero procuro, a partir de la educación que me dieron mis padres, mostrarme como soy. A mí no me enseñaron a tratar mal a las mujeres ni a faltarles al respeto, así que no es parte de la realidad que muestro en mis letras.
SHANGAY ⇒ Serás consciente de que hay mucho reguetón que sí es altamente machista…
J. BALVIN ⇒ Sí. Pero también diré que me parece que esa es una percepción muy de los 80, me preocupa la imagen que quieren dar del reguetón muchos medios de comunicación. Hoy día, una gran mayoría de canciones en lo alto de las listas de todo el mundo, desde las de Billboard hasta la española, son de reguetón, y yo no veo que denigren a la mujer. ¿Realmente escuchan lo que estamos diciendo? Hay reguetón así, claro, pero no encuentra un hueco en los medios de comunicación. Tengo que reconocer que a mí me gusta el picante que le ponen a ese tipo de reguetón; cuando tenía 15 años, esa rebeldía era la que me llamaba la atención. A los 31, veo la vida de otra manera, y no me veo haciéndolo.
SHANGAY ⇒ ¿No te parece curioso que no haya ninguna estrella del reguetón abiertamente gay?
J BALVIN ⇒ Rumores hay muchos, pero lo cierto es que no la hay. Me gustaría que la hubiera, sería muy positivo. Tiene que haber artistas gays que hacen reguetón, está claro. Si yo fuera gay lo habría dicho abiertamente hace mucho, para evitarme ciertas preguntas.
SHANGAY ⇒ ¿Qué pensaste cuando se rumoreó que eras gay?
J BALVIN ⇒ Me dio risa, y por eso quise aclarar el tema en mis redes sociales. Todo surgió a raíz de algo que dije al recoger un premio en la gala Lo Nuestro. Animé a la gente a hacer realidad sus sueños, sin importarles el sexo, la raza… Siempre hay quien busca darle la vuelta a lo que dices, por eso enseguida mandé mi mensaje. Tengo fans gays, amigos gays, tíos gays…, es algo natural en mi vida. A muchos de esos amigos los saludo siempre con un pico, y a algunos los llamo ‘reinas’. Me gusta celebrar todas las cosas bonitas que me ofrece el mundo.
“Tengo fans gays, amigos gays, tíos gays…, es algo natural en mi vida”
SHANGAY ⇒ Tu disco Energía gusta a un público amplísimo…
J BALVIN ⇒ Eso ha sido lo más bonito, comprobar que a personas que no les gustaba el reguetón han cambiado de opinión con este disco. Porque este es un álbum para el mundo, no para el reguetonero.
SHANGAY ⇒ ¿Cómo se siente uno cuando en su disco ha colaborado Pharrell Williams?
J BALVIN ⇒ Es una gran bendición. Nos conocimos en Nueva York, coincidimos en el programa Good Morning America. Yo era el primer latino en cantar reguetón en él, y Pharrell se quedó a escucharme. Cuando terminé se me acercó a decirme que le encantaba mi apuesta, y que quería que trabajáramos juntos. Un par de meses después estábamos en Los Ángeles grabando. Y ya puedo decir que lo que tenemos ahora es una amistad.
SHANGAY ⇒ ¿Cómo es?
J BALVIN ⇒ Una gran persona, muy espiritual, y un gran productor. Y además, un icono de la moda, algo que me encanta. Porque mis dos grandes pasiones son la música y la moda.
SHANGAY ⇒ ¿Qué es lo que te atrae de la moda?
J BALVIN ⇒ Que es otro medio de expresión. Te permite expresar cómo te sientes y cómo quieres que te perciban. Por eso no tengo stylist, porque entonces sería como si alguien me escribiera las letras. Respeto a los artistas que recurren a estilistas porque no tienen pasión por la moda, pero si te gusta, hay que atreverse. Por eso lo mismo me ves con corbata que con camisetas oversize…
SHANGAY ⇒ O con falda…
J BALVIN ⇒ ¡Claro! No me importa el qué dirán. Y creo que con mi actitud ayudo a la sociedad. ¿Cuántos jóvenes a lo mejor quieren ponerse una falda y no se atreven por lo que les puedan decir? Pues confío en que al verme sepan que está bien hacerlo si es lo que les apetece.
SHANGAY ⇒ ¿También te expresas con tus tatuajes?
J BALVIN ⇒ Sin duda. Empecé a tatuarme a los doce. Me queda mucho espacio para tatuarme: la espalda, las piernas… No siempre los luzco, porque soy más de salir vestido en las fotos. Pero el día que me apetece, me quito la camiseta y los enseño, claro.
SHANGAY ⇒ ¿Te cuidas mucho físicamente?
J. BALVIN ⇒ Sí, porque fui muy gordo, y es algo que todavía no he superado. Sufrí mucho. No estoy diciendo que ser gordo sea malo, pero yo me sentía muy incómodo, y de ahí surgió la obsesión por cuidarme, porque no quiero volver a pasar por aquello.
“No me considero un rey, sino un soñador”
SHANGAY ⇒ Te pasas la vida compartiendo cosas en redes sociales. ¿Dejas el móvil en algún momento?
J. BALVIN ⇒ No, es un vicio. Tengo asumido que es una realidad, y una herramienta de trabajo, qué se le va a hacer… Solo trato de dejarlo cuando estoy en el estudio y voy a grabar, pero se me hace difícil. Es una adicción, como la moda. O las mujeres. Y estoy soltero…
SHANGAY ⇒ ¿En algún momento durante estos años has deseado volver a ser una persona anónima?
J. BALVIN ⇒ Cada veinte días. Cuando quiero salir sin que me reconozcan soy como Batman, salgo de noche. Aprendes qué tienes que hacer para salir, cómo, cuándo, dónde y con quién. El año pasado me disfracé de ninja en Halloween y disfruté mucho. Me empujaban, no me dejaban pasar, me acercaba a las mujeres y me llamaban estúpido… ¡qué bueno! Fui el hombre invisible por una noche, y no sabes cómo lo disfruté.
SHANGAY ⇒ ¿Cómo ves a Maluma, al que también entrevistamos recientemente?
J. BALVIN ⇒ Muy bien. Está trabajando mucho, y eso hay que reconocerlo y valorarlo. Somos muy diferentes musicalmente, eso sí. Me cae muy bien, le aprecio. Está haciendo algo importante por el género, y respeto a todo aquel que hace las cosas bien.
SHANGAY ⇒ ¿Te da envidia que haya grabado un dúo con Shakira?
J. BALVIN ⇒ Envidia no es la palabra… Pero siempre quise hacer una canción con ella [risas]. La oportunidad surgió, pero no encontramos tiempo para meternos en el estudio a grabar juntos. Y con eso no quiero decir que Maluma fuese una segunda opción… Lo que tengo claro es que para aceptar una colaboración con alguien tiene que surgir de manera orgánica, tiene que haber química y admiración, no una convenciencia comercial. Ofertas me llegan muchas, pero solo acepto aquellas con las que me siento cómodo. Como cuando el equipo de Justin Bieber quiso contar conmigo para el único remix que se ha editado de Sorry, porque a él le admiro mucho. Pero no tienen por qué ser conocidos los artistas con los que colaboro.
SHANGAY ⇒ ¿Algún ejemplo de artista con el que te gustaría colaborar?
J. BALVIN ⇒ Acabo de descubrir la música de C. Tangana, y le he escrito inmediatamente por Instagram. Fue escucharle y… ¡guau! Me di cuenta de que me seguía por IG y le di a ‘seguir’ enseguida; y le mandé un DM para decirle que me encantaría hacer algo con él.
“En 2017 me gustaría colaborar con Rihanna y con Drake, e invitarlos a mi mundo”
SHANGAY ⇒ ¿Con qué superestrellas te gustaría trabajar en 2017?
J. BALVIN ⇒ Con Rihanna y con Drake. Para invitarlos a mi mundo y hacer algo en español. Como hice con Pharrell y como hice en el tema de Justin. Quiero hacer historia por eso, por seguir mi sueño.
SHANGAY ⇒ ¿Sabes que la travesti española Kika Lorace versionó recientemenre Ginza y la convirtió en Arriba maricón?
J. BALVIN ⇒ ¡Sí, lo vi! [Coge el móvil y busca el vídeo. Según empieza, se echa a reír] ¡Me encanta! Todo esto es energía que se va expandiendo. Si la hizo es porque le gusta la melodía, y me parece genial que haya hecho su versión. Para eso está la música, para que cada cual se exprese a través de ella como quiera.
SHANGAY ⇒ Si un día sintieras una conexión artística con ella, ¿le propondrías un dúo?
J. BALVIN ⇒ Sí, claro. Si me enviara una canción que me encantara, sí. Pero no una versión de otro artista, claro. Si me gusta el tema, me siento cómodo, siento que puedo aportar algo y el resultado va a lucir bien, lo haría. Como te decía, si un artista desconocido me manda una canción brutal para que colaboremos, ahí me monto.
EL ÁLBUM ENERGÍA DE J BALVIN ESTÁ EDITADO POR UNIVERSAL. J BALVIN ACTÚA EL 21 DE MAYO EN BARCELONA (SANT JORDI CLUB) Y EL 22 DE MAYO EN MADRID (WIZINK CENTER – FORMATO RING).
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