El colaborador de Cámbiame sufrió hace unos días una agresión homófoba en su propia casa: escribieron en la puerta de su estudio “marica”. Juan Avellaneda no dudó en denunciarlo en sus redes sociales, y fue muy contundente: “Prefiero ser un marica que da la cara a alguien cobarde y sin educación, sin valores y total y absolutamente gilipollas”. En Shangay hemos hablado con él, pasados unos días, para que nos cuente cómo se siente. El diseñador se reafirma en su postura de denuncia pública: “Lo hice, sobre todo, para reivindicar que aunque pensemos que las minorías están aceptadas y no hay problema, no es así, y que actos como el Orgullo o como el 8 M son muy necesarios para dar visibilidad”.
Juan Avellaneda: “Prefiero ser un marica que da la cara a un cobarde que se esconde”
Avellaneda nos cuenta qué sintió cuando vio escrita la palabra ‘marica’ en la placa que lleva su nombre: “Cuando vi la pintada… iba a borrarla, y ya está. Fue algo raro, porque la primera sensación que tuve fue de vergüenza, era como si en tu puerta tuvieras la letra escarlata y todo el mundo te mirara. Y eso no puede ser así. Por eso, acto seguido pensé que, como personaje público, tenía que denunciarlo en redes, porque no puede ser estas cosas pasen y queden impunes. Y la verdad es que con mi ‘denuncia en redes’ pretendía que si cualquier persona, no solo gay sino de alguna minoría, se sentía mal por actos así, porque, insisto, estas cosas siguen pasando, que no viera que está solo, y que incluso a gente a quien quizás sigue también nos pasa. Hay mucha gente que está en contra, y eso se ve en los medios que me apoyaron y en todas las personas que lo hicieron a nivel individual”. Desde aquí, todo nuestro ánimo al diseñador y nuestro apoyo incondicional a estas denuncias públicas para que pare de una vez la homofobia en España. #stophomofobia
La preciosa respuesta de un niño de siete años cuando lo llaman “maricón”, sigue leyendo
Ocurrió hace un año en Madrid y recuperamos esta historia a raíz del insulto que ha sufrido el diseñador Juan Avellaneda. Martín tiene siete años y estaba en el cole jugando al fútbol cuando le llamaron “maricón”. El niño, sin saber qué contestar, llegó a su casa y preguntó a su madre. Ante la explicación que esta le dio, “un chico al que le gustan los chicos”, el niño le contestó: “Ah, pero eso es ser gay, no maricón”, algo que hizo que la madre estuviera tan orgullosa de la educación que le está dando a su hijo que ha querido compartirlo con todos los lectores de shangay.com: “Sigo pensando que hacen falta muchas generaciones de educación para acabar con la violencia de género, la homofobia y todas esas cosas. Así que, por mi parte, que no quede”, nos dice.
Pero el tema no queda ahí, según nos cuenta: “El otro día, un amigo mío le dijo ‘Anda, Martín, si el piloto de tu helicóptero de rescate es una chica’, y contestó mi pequeño ‘pues claro’, así, sin darle ninguna importancia, y siguió jugando con sus Playmobil… Y aunque luego me van a malear al niño, digo yo que esa es la auténtica tolerancia: que no le dé ninguna importancia a si es chico o chica, que no se tome maricón como un insulto, que lo mismo pida para Reyes las zapas de Pogba que una cocinita y que juegue a pases de modelos con mi sobrina”.
Pues desde aquí solo podemos felicitar a su madre y desear que haya muchos niños como Martín en los coles de España, para evitar que el ‘maricón’ de que aún suena en los recreos, pronto pase a ser historia. ¡Gracias por compartirlo con nosotros!
Más sobre educación contra la homofobia, AQUÍ