Pepino Marino, casi desnudo: "No soy exhibicionista"

Temas: Desnudos, DJ, Homofobia

El multidisciplinar artista se separa por esta ocasión de su media naranja profesional, su Trend Twin Crawford, para enfrentarse a un nuevo desafío: posar en bañador para Shangay. Pepino Marino se atreve con todo.

Fotógrafo, DJ, bloguero, colaborador de radio, creador de la fiesta gay Versés…, y “lo que haga falta para sobrevivir”.

Acostumbrado a estar en el otro lado de la cámara, Pepino Marino se muestra algo vergonzoso durante el shooting. Es normal, porque él suele ser que dispara las fotos y pide a los modelos y celebrities que saquen su lado más sexy; no al revés.

“Soy cero exhibicionista, ahora me he desnudado porque he estado cómodo, pero me ha costado. Solo me exhibo en mi Instagram, donde puedo controlar exactamente qué es lo que muestro y luego ponerle mucho filtro”. Pese a sus inseguridades, no permite que nada le frene. Un esfuerzo extra en el gimnasio para coger impulso y aquí lo tenemos, sacando su estilo más playero en nuestras páginas, listo para coger olas y tostarse bajo el sol.

El madrileño es atrevido e inquieto. Su proyecto más inmediato es lanzar junto a Crawford una tienda online con su ropa. ¿Y en un futuro cercano? Sueña con seguir desarrollándose como artista y vivir en Nueva York de su trabajo.

Aunque gracias a su profesión se ha codeado con famosos de toda índole, incluso de la talla de Jon Kortajarena, Christina Aguilera o Cher, a Pepino no solo le interesa el faranduleo y la purpurina. Conoce los problemas del colectivo LGTB, lucha contra la discriminación y defiende la diferencia.

Es un tema que le toca de cerca. En el colegio sufrió bullying; no tanto por ser gay, aclara, sino porque era el amigo de los profesores. “Era un poco repelente”, reconoce. De hecho su particular nombre artístico “empezó como un bullying hacia mi. Una vez en el colegio, fuimos al Sea Life de Benalmádena. Estábamos en el estanque de los pepinos marinos y preguntaron quién quería tocar uno. Me ofrecí voluntario. Cuando lo cogí se vació encima de mi y todo el mundo se empezó a reír. «¡Le ha meado el pepino marino!”.

Aunque lo pasó fatal porque todos sus compañeros se mofaban de él llamándole Pepino Marino, pasaron los años, llegó Fotolog y decidió transformar el estigmático mote en el nombre de su perfil y, de ahí en adelante, también en el de su marca personal. “Ahora me gusta”.

El acoso escolar no es la única cuestión que le preocupa. “Uno de los mayores problemas de la comunidad LGTB es la plumofobia. No podemos tener fobias dentro de nuestro colectivo. Hay que animarse ha sacar la pluma».