La ópera del Covent Garden ya luce con orgullo su bandera LGTB

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Es uno de los teatros de ópera más importantes del mundo. Pero, sobre todo, una gran institución en el Reino Unido. El Covent Garden londinense, la Royal Opera House, presume orgullosa de bandera gay. En pleno mes de celebraciones LGTB, la ópera de Londres ha querido sumarse con este gesto.

Londres es una de las capitales teatrales más importantes del mundo. El West End, conocido como Theater District, es posiblemente una de las zonas del planeta que concentran más salas dedicadas al mundo del espectáculo, y el Covent Garden está justo ahí.

Por su escenario han pasado todos los grandes de la ópera y es sede del mítico Royal Ballet. Pero en él se han estrenado los principales títulos de Britten, entre ellos Billy Budd, una ópera de temática gay que el año pasado arrasó en el Teatro Real. Una producción que fue premiada como la mejor de todo el año a nivel mundial, y que posicionó al templo de la lírica en España como el teatro que –posiblemente– mejor programa a este compositor, todo un icono y referente gay.

Bajo esas mismas columnas londinenses en las que hoy ondea nuestra bandera, está ambientado el comienzo del maravilloso musical My Fair Lady. Eliza Doolitle era una pobre vendedora de flores que se protegía de la lluvia entre los carruajes de quienes acudían a la ópera. Allí conoció al profesor Higgings. El resto, historia del showbusiness.

Hace unos meses entrevistamos a la legendaria mezzosoprano Joyce Didonato en una visita que hizo a Madrid. La gran diva de Metropolitan Opera House nos habló abiertamente sobre la estrecha relación entre la ópera y el mundo gay: «Este mundo siempre ha sido un espacio de libertad», nos dijo.

Esa misma semana, y también en el Teatro Real, la soprano Patricia Racette nos aseguró, rotunda, que no actuaba en países donde no se respetaran los derechos LGTB. Patricia y su mujer, Beth, también cantante, son unas grandes activistas y dos mujeres lesbianas que presumen, orgullosas, por los mejores teatros líricos de todo el mundo.

Está claro que la ópera sale abiertamente del armario. Y a nosotros nos encanta.