Aún no ha tenido Mapi León mucho tiempo para pensar lo beneficioso que es haberle metido un gol a la homofobia y, de paso, derribar más de un tabú que todavía sobrevuela su profesión: “Cuando estabas formulando la pregunta se me estaban poniendo los pelos de punta, y ahí he empezado a pensar lo grande que es esto”. Llamamos por teléfono a la futbolista del Barça –e internacional con la selección española– justo antes de participar en el pregón del MADO Madrid Orgullo y después de haber aparecido por primera vez en la lista de los 50 gays influyentes que cada año elabora José Luis Romo para El Mundo. “Sonará a típico, pero es muy ilusionante. Estoy muy contenta de poder decir unas palabras delante de tanta gente, me hace mucha ilusión”, explica con la inocencia de sus apenas 23 años.
Sí, la zaragozana es la gran –y gratísima– sorpresa de un pregón que homenajeará los 40 años de la primera manifestación por los derechos de las personas LGTBI en la capital, que tendrá como protagonistas a una nueva generación sin etiquetas y donde Mapi lanzará un mensaje más potente que el cañón que atesora en la zurda. “No sé si te puedo adelantar mucho… Pero que los jóvenes sean los protagonistas es genial. También que podamos concienciar en colegios e institutos, se acabe con el bullying y nadie acose a nadie por su condición sexual”, añade. Su presencia es tan necesaria como justificada, y no solo por ser abiertamente lesbiana, sino por poder reivindicar el papel de la mujer también en su mundo, donde el hombre se lleva todo el protagonismo mediático y económico. Así que Mapi encarna a la perfección ese puñetazo en la mesa global que lucha por la igualdad para ambas causas. “Qué te voy a decir como mujer, ya nos tocaba no estar a la sombra, y solo peleamos por ser iguales, y no tener que trabajar más para llegar hasta donde está un hombre que a lo mejor ha hecho menos méritos. Poco a poco estamos cambiando este mundo, y yo encantada de poder ayudar también así participando en el pregón, y animando a la gente a decir abiertamente lo que quiera”.
Es precisamente en ese punto de la conversación donde se detiene a pensar lo positiva que es su figura, cuyo altruismo le añade todavía más valor si cabe. “Yo no he hecho esto por mí, no tengo necesidad de gritar a todo el mundo que soy lesbiana, pero sí creo que la sociedad lo necesitaba. Si nadie habla, así seguimos y nada cambia”. Que más de un aficionado al fútbol tenga el “maricón” en la boca como sinónimo de debilidad dentro de un terreno de juego es una de las lacras a erradicar, aunque a esta defensa no le preocupa que se pueda usar su condición sexual como insulto .“Sé que podría pasar, pero si estás orgullosa de lo que eres, da igual lo que digan. Es una manera de dar un paso más y de ayudar a generaciones a futuras, o intentarlo al menos”.
Antes de concluir, Mapi deja en el tintero un par de deseos por cumplir. El primero, que desaparezcan prejuicios homófobos, la sociedad continúe avanzando y nadie se extrañe de que haya deportistas abiertamente gays: “Deberíamos estar preparados. Nosotros, tú y yo, lo estamos de sobra. Lo único que me preocupa es que hay mucho gorila y no sé cómo reaccionaría. A todo a esa gente habría que decirle ‘sí, qué pasa, ¿algún problema?¿Por que me gusten las mujeres o los hombres soy menos?”. Y el segundo, disfrutar del Orgullo de Madrid en todo su esplendor, para lo que confiesa que tendrá que esperar. “Es la primera vez que vengo, también es que en estas fechas solemos estar de vacaciones, aprovecho para irme fuera o volver a casa. Me quería quedar con amigas, pero seguramente me vuelva para poder estar con mis padres… ¡Tengo pendiente subirme a una carroza!”. Así sea.
La lectura del pregón del orgullo de Madrid será este miércoles 4 de julio a las 21 horas en la Plaza Pedro Zerolo