El año pasado fue el WorldPride, y pensábamos que habíamos tocado techo. Pero no. Este año Madrid celebraba los 40 años de su Orgullo y lo hizo a lo grande. Con dos ministros del Gobierno a la cabeza: Fernando Grande-Marlaska (Interior) y Carmen Montón (Sanidad), el Orgullo de Madrid volvió a hacer historia.
Un año más Madrid se vistió de los colores del arcoíris. Si hace unos días Manuela Carmena, la alcaldesa de Madrid nos dijo en una entrevista que «Madrid era el Orgullo», ayer, en la plaza de Colón repitió esa idea: «Queridos amigas, amigos y amigues, es un honor estar aquí. El Orgullo es Madrid y vosotros sois el Orgullo de Madrid».
Cuando Carmena decía estas palabras, aún no habían comenzado a desfilar las carrozas, que seguían en la calle Méndez Álvaro esperando a que se despejara todo un poco y poder salir. Esto da idea de la cantidad de gente concentrada.
Un nuevo hito en el Orgullo de Madrid que se ha convertido en uno de los mejores y más multitudinarios del mundo, si no el que más. Este año ha sido una nueva prueba de ello.
No es la primera vez que Grande-Marlaska acude al Orgullo. Pero sí la primera en que lo hacía como ministro: «Un plus de responsabilidad», aseguraba. El juez es uno de los personajes más destacados de la vida LGTBI de nuestro país: «Estoy aquí como miembro de un Gobierno que quiere reconstruir los derechos de la ciudadanía».
Junto a él estaba su compañera de partido Carla Antonelli: «Este año es muy importante porque peleamos por la visibilidad trans», pues dicho colectivo sigue siendo el más desfavorecido de la comunidad LGTBI.
Íñigo Errejón (Podemos) y Begoña Villacís (Ciudadanos) fueron algunos de los otros políticos que encabezaron una manifestación a la que, una vez más, no fue invitada el Partido Popular.