Tras el escándalo Benalla, los rumores han llegado a colocar en las redes sociales al guardaespaldas como el supuesto amante del presidente francés Macron. El máximo responsable de la seguridad presidencial acudió el pasado 1 de mayo a la manifestación francesa, en la que no podía actuar, incurriendo en delito.
Benaella, que lucía un brazalete policial y walkie talkie, contó con ayuda dentro del operativo y, además, la oposición considera que el presidente intentó salvarle cuando el escándalo salió a la luz.
Macron declaraba que el acto de Benalla había sido para él como una traición, respuesta que solo alimentaba en las redes sociales las sospechas de su supuesto romance con el encargado de la seguridad.
«Benalla no es mi amante», respondía en sus redes sociales obligado por la presión recibida. También desmintió que cobrara 10000 euros al mes y viviera en un lujoso apartamento.
Dejando a un lado la política, hubiese sido insólito este idilio gay con el mandatario de Francia. Lo ha negado…, pero siempre nos quedará la duda.
Alexandre Benalla ocupaba el cargo de adjunto del Director del Gabinete del presidente. El “caso Benaella” se ha convertido en la comidilla del momento, y es que un amor de verano siempre gusta, incluso en política.