Voguing, brilli-brilli y plumas. Estos son los elementos principales del vídeo de Promises, un fiestón gay homenaje al underground ochenteno neoyorquino –sin duda influido por el fenómeno Pose– donde Sam Smith y Calvin Harris unen sus fuerzas, una clara continuación del universo creado por este último en One Kiss, su anterior jitazo en colaboración con Dua Lipa.
La noche discurre entre bailes y copas hasta que la modelo Winnieh Harlow, gran protagonista del vídeo, irrumpe en escena, eclipsa al resto y se erige en reina absoluta de un mundo irreverente, diverso y natural. Un lugar como la vida misma, donde no hay –y no debería haber– lugar para la desigualdad.