No es la primera vez que OT se ve envuelto en el escándalo, tampoco la primera vez que se le acusa de tongo; pero esta última controversia parecía que iba a desmantelar la supuesta patraña que es para algunos el concurso. ¡Existía hasta una prueba ‘irrefutable’!
Nada más comenzar la Gala 7 de OT 2018, las redes sociales prendían la llama de la polémica y viralizaban una foto que había colgado el mismísimo canal del programa de Gestmusic. En la imagen Brisa Fenoy, que ejercía esa noche como miembro invitado del jurado, posaba inocentemente antes de empezar la gala, sentada sobre la mesa del jurado, sin poder atisbar la que se le vendría encima minutos después.
Sobre la mesa, en el puesto que ocuparía Brisa durante la gala, había una carpeta con papeles que algún tuitero cotilla tuvo a bien ampliar y compartir. En la hoja se podían leer las valoraciones de los concursantes de OT 2018 para esa gala. El problema, claro, es que es todavía no había actuado nadie.
El director de la productora, Tinet Rubira, y OT 2018 justificaron lo sucedido en Twitter. “El jurado se reúne el miércoles a las 17h y visiona el ensayo del plató del martes. En base a eso, hacen una previsión que después cambian (o no) al ver la actuación final de la Gala. Esa previsión es la que habéis visto en la foto de Brisa Fenoy”, explicó @OT_Oficial.
Más tarde, durante el Chat de OT, Noemí Galera, Ricky Merino y Carolina Iglesias también hablarían de lo sucedido en la misma línea. La idea era despejar cualquier duda y volver a dejar limpio como una patena el nombre del programa.
Y aunque la versión de OT parece lo suficientemente sólida, son muchos los que han preferido convertir a Brisa Fenoy en la Mata Hari de OT 2018. Así han desvirtuado la pifia hasta convertirla en una estrambótica venganza orquestada por la rubia ¿El motivo que le habría llevado a pertrechar su traición? Los haters lo tenía más que claro: Que Lo malo, su reguetón feminista interpretado por Aitana War, no fuera elegida para representar a España el año pasado en Eurovisión. ¡Pobre Brisa, que se ha acabado comiendo el marrón!
Sin embargo, el problema de fondo no es tanto lo que sucedió anoche, que acabará convirtiéndose en otra anécdota del universo OT, sino que este año el formato parece estar sobreviviendo a golpe de escándalo y no a través del enganche del público hacia sus concursantes.
¡No hay semana que no tengamos dramOT! Hagamos un repaso rápido de los más sonados: las acusaciones de homofobia a Luis en la Gala 0, el debate lingüístico de ‘mariconez’, el “me cago en la Falange” de Dave más el inesperado despido de Itziar Castro con el consiguiente regreso de Los Javis. ¿No tendrían que dejar de ‘telecinquear’ y volver a recuperar la esencia del exitoso (y blanco) OT de Amaia y cía?