Ayer os informábamos de la visita de Aurah Ruiz a la casa de Gran Hermano VIP 6. La novia de Suso la lió (y no fue poco). Y como pasa siempre que entran datos del exterior, la casa se ha revolucionado tanto que el catalán ha reivindicado lo hetero que es.
Si analizamos la situación, Aurah no le tiene especial cariño a Asraf. “Tengo que reconocerlo. Tengo dudas entre él y tú”, le decía a Suso en la sala de expulsión. Y más después de escuchar de boca de su novio que tiene un 20% gay…
Y como dijimos ayer, tanta palmadita en el culo, caricias en el pelo, miraditas furtivas… Es normal que Aurah esté alerta. Y más con todo lo que se ha hablado fuera de la supuesta homosexualidad de Asraf y su posible relación con Miguel Vilas (Gran Hermano 17).
«Yo soy muy hetero. Pero mucho. Yo creo que se me nota», proclamaba Suso en la cocina. Espera, que resulta que volvemos a los estereotipos y la plumofobia. ¿No creéis que es suficiente? Señores, ser heterosexual no lleva de la mano ser el típico machito que llena el pecho de aire mientras camina.
Pero lo peor de todo es que este programa tiene más de un 33% de share en el público de 13 a 24 años. Suso no es un ejemplo de ‘cómo tiene que ser un hetero’… ¿Cómo se supone que se comporta un hombre homosexual según él?
¿Qué pasa, que por ser gay tienes que ir haciendo aspavientos por la calle y preguntando a la gente cuánto le mide? Por comentarios así se terminan normalizando comportamientos que denuestan al colectivo. Lo que fomenta que se hable de todos de forma peyorativa.
Suso ha sido el protegido de la edición. Lo sigue siendo. Solo esperamos que los comportamientos machistas y las palabras desafortunadas que no ha dejado de repetir tengan su merecido: que no quede entre las dos primeras posiciones.