A veces me pregunto dónde te has quedado, en qué parte de esta ciudad te has perdido para no volver a aparecer nunca jamás.
A veces vuelvo a escuchar los audios de voz que mi WhatsApp aún guarda y me descubro a mí mismo apoyando la cabeza en una mano y dejando que tu voz inunde el salón como antes tu voz lo inundaba. Desde el fondo del teléfono, emerges con esa voz masculina y esa sonrisa que, sin verte, se te dibuja perfectamente en la cara.
Me los sé ya de memoria. Me sé de memoria cada palabra que dices en ellos porque, no en vano, los he escuchado miles de veces mientras cocino, mientras limpio o, simplemente, cuando te echo de menos. A veces me tumbo en la cama, me pongo de lado y cierro los ojos.
Desde la mesita de noche tu voz llega hasta a mí con ese aliento cálido con el que antes llegaba y la cabeza se hunde en la almohada por no hundirse mi corazón aún más en mi pecho. Hay veces que, estando así de lado, me da el impulso de mover el brazo para buscarte entre las sábanas, para sentir el calor de tu cuerpo a mi lado, para pensar que no te has marchado.
Tu voz, desde la mesita, sigue hablando. Hay días en los que salgo de la ducha llorando mientras tú, en tus audios, ajenos a todo, me dices cuánto me quieres y que hoy saldrás pronto del trabajo.
Y yo me asomo al balcón esperando a verte aparecer calle abajo.
‘RELATOS GAYS DE FIN DE SEMANA’
relatos cortos escritos por Jordi Tello,
conocido en las redes como ‘El poeta de los instagramers’
TODOS los findes en shangay.com
PUEDES LEER LOS OTROS RELATOS (sexys, apasionados, románticos…) de agosto AQUÍ