Fue Boris Izaguirre, gran amigo de Isabel Preysler, quien nos lo dijo hace unos meses en una entrevista: “A Rubén y a mí siempre nos ha invitado como lo que somos: un matrimonio. Y siempre nos ha tratado así. De hecho, cuando Vargas Llosa cumplió 80 años, se acercó a nosotros y nos incorporó a una de las fotos con Mario. Y eso me pareció un gesto increíble, de verdadera integración. Es una de las cosas que ella, a su manera discreta, sin hablar, sin verbalizarlo mucho, porque Isabel es como una imagen, ha hecho extraordinariamente bien. Ha luchado mucho por integrar cosas a esta sociedad, sus matrimonios, su familia que se agranda con sus matrimonios… Ha sido increíble”. Ahora hablamos con Tamara Falcó sobre esta reflexión que nos hizo Boris.
Estuvimos de viaje en Andorra con la hija de Isabel Preysler y Carlos Falcó, marqués de Griñón, y no pudimos evitar preguntarle sobre esta, como mínimo, curiosa reflexión del escritor venezolano: “Yo es que sí que creo en la libertad absoluta”, nos contesta Tamara.
Pero fuimos más allá, y le preguntamos directamente si es cierto que su madre era un referente LGTBI: “¿A qué te refieres con ello? La realidad es que en casa siempre hemos tenido a gente gay alrededor, que han sido grandes amigos de mi madre. Desde siempre, y yo también los considero míos. Terenci [Moix, el fallecido y recordado escritor], Juan Pedro, Leonardo [dos personas históricas del mundo de la belleza, maquillador y peluquero de las grandes estrellas de este país]… o sea, muchísimas personas. Yo es que no lo veo como nada raro. Y, de hecho, es algo que podría costarme por mi fe [recordemos que Tamara es una ferviente católica]. Pero es que he conocido también a gays que son católicos. Y es que, al final, todos intentamos hacerlo lo mejor posible, y no es cuestión de aislar a nadie. No lo entiendo. ¿Quién es nadie para juzgar?”, nos dice la que fuera protagonista del reality We Love Tamara, que emitía Cosmo.
Tamara viajó a Andorra de la mano de Jaguar, casa de la que es embajadora. Tras sus muy mediáticos problemas al volante hace muchos años, este tema era otra de las preguntas obligadas. “Me gusta mucho conducir, y sobre la mala fama que tengo, pues… [risas]. No soy una experta en coches, pero estoy encantada con mi E-Pace Diésel y puedo entrar en la zona centro de Madrid, donde tengo mi oficina. En casa hay varios coches, pero casualmente ninguno con la etiqueta necesaria para las actuales restricciones; ninguno de los que había me servía”, afirma.
La hija de Isabel Preysler está volcada en su línea de ropa. Tanto que en la pasada entrega de los Goya fue una de las invitadas más mediáticas con uno de sus diseños. “Aunque haya gente que crea que no, me ocupo personalmente de todo, desde elegir los tejidos a todo lo demás. Mi hermano Enrique es una de las personas que más me han ayudado”, nos dice.