Está claro que los derechos del colectivo LGTBI no son un tema que agrade a los dirigentes de Vox. Sus declaraciones, no solo sobre el Orgullo sino sobre temas como el matrimonio igualitario u otros de nuestros derechos fundamentales, no dejan la más mínima duda. El pacto que Partido Popular y Ciudadanos sellaron con ellos en Andalucía hizo que nos planteáramos la misma pregunta. Ahora, en ciudades como Madrid, es más que posible que esos pactos se reediten. ¿Qué pasará con el colectivo LGTBI? Ellos ya han amenazado que no van a apoyar estos posibles gobiernos a cambio de nada…
Hace unos días, Rocío Monasterio, candidata a presidir la Comunidad de Madrid, aseguró que en los talleres LGTBI se habla a los niños de zoofilia. «Se le dice a la niña que tiene que probar a ser niño, y al niño que tiene que probar a ser niña», aseguró la política sin pestañear. Y añadió que en estas charlas «se habla de zoofilia y parafilias».
Ella considera que el colectivo LGTBI es una especie de lobby que tiene como objetivo adoctrinar a los más pequeños: «En la Comunidad de Madrid se han impuesto determinadas leyes de tipo ideológico que son obligatorias en todos los colegios y que imponen la doctrina de la ideología de género a nuestros niños».
Pues con personajes como ella tendrán que pactar en muchos consistorios de España los representantes de Ciudadanos, que tienen en sus filas a muchos militantes abiertamente LGTBI. Y los del Partido Popular, muchos de cuyos miembros han realizado declaraciones con perlas homófobas que hoy quieren olvidar. Pero las hemerotecas están ahí.
A las puertas del Orgullo, en una ciudad como Madrid, en la que los representantes de Vox han propuesto que nos vayamos a la Casa de Campo, la pregunta que nos hacemos es: ¿Los más que previsibles pactos con Vox hacen peligrar nuestros derechos LGTBI?
Madrid es una ciudad abierta y tolerante. Pero hay muchos pueblos y localidades pequeñas donde las cosas son más complicadas. Desde Shangay vamos a estar vigilantes.