Ernesto Caballero se despide de la dirección del CDN con una apuesta arriesgada: la versión propia de un título encumbrado, Madre Coraje y sus hijos, una de las obras más duras de la literatura del siglo XX, escrita por Bertolt Brecht durante la II Guerra Mundial, y en la que se canta el horror y la atracción del hombre por la guerra.
Caballero ha apostado por contemporizar la acción de Madre Coraje y sus hijos con un vestuario atemporal, alguna canción berlinesa y un escenario desnudo, adornado con muchos kilovatios y un luminoso gigante que nos ayuda a no perdernos en la pieza. Pero nada resta protagonismo a la mujer y madre que se enfrenta a la tremenda aventura de intentar por todos los medios sacar vivos a sus tres hijos de una guerra interminable.
El resultado final hace un guiño solidario a todas las ‘madres coraje’ que escapan con su prole de las guerras actuales, recorriendo las columnas de refugiados mientras miran a la muerte cara a cara. El conjunto de actores crea un coro bien engrasado, que apoya a la multifacética Blanca Portillo, que en esta ocasión es la que tira del carro, encarnando a Ana Fierling, mujer de bandera a la que la vida le ha enseñado a sacar provecho de las mayores atrocidades humanas.
La Madre Coraje de Blanca Portillo es toda una proeza energética y emocional, que se aleja del tópico de la vieja bruja y se acerca más a la superheroína post-apocalíptica que, como si de la Sarah Connor de Terminator se tratara, siempre encuentra fuerzas en el último momento para burlar a la muerte. ⭐⭐⭐⭐
MADRE CORAJE Y SUS HIJOS SE REPRESENTA HASTA EL 17 DE NOVIEMBRE EN EL TEATRO MARÍA GUERREO (C/TAMAYO Y BAUS, 4. MADRID) DEL CENTRO DRAMÁTICO NACIONAL.