La semana que viene, Beatriz Luengo publica su primer libro, El despertar de las musas. En unos días publicaremos una entrevista en profundidad con ella sobre esta nueva aventura artística, que confirma lo polifacética que es.
Como avance, hemos querido hablar con ella, en un tono distendido, sobre la reciente polémica que provocó una entrevista con Billboard que la convirtió en trending topic por el acento que utilizó en ella. O mejor, por su poliacento. Una entrevista que la convirtió de la noche a la mañana en “la reina de los crayones rojos”. Una cuestión sobre la que Beatriz Luengo, que si algo demuestra es sentido del humor, habla sin problema, a la vez que se echa unas risas y presume de esa facilidad suya para hacer propios acentos ajenos.
SHANGAY ⇒ ¿Qué pensaste al verte recientemente convertida en trending topic por tu poliacento y no porque sacas libro?
BEATRIZ LUENGO ⇒ Fue muy divertido, porque comprendí que lo ligero despierta mucho más entusiasmo que lo serio. Había grabado una charla para un proyecto educativo de BBVA sobre inspiración a partir de mis experiencias, y el lanzamiento coincidió con una entrevista que había hecho para Billboard hace meses, de la que me había olvidado [y en la que su ‘acento latino neutro’ ha llamado mucho la atención].
Nunca había tenido la oportunidad de poder hablar desde mi evolución, de contar hasta dónde he llegado con mi mochila de inseguridades, y me acosté muy ilusionada el día antes de que esa charla para BBVA se colgara, deseando ver las reacciones al día siguiente en las redes. Pero me desperté por la mañana y tenía como cincuenta mensajes de WhatsApp en los que parecía que me estuvieran dando el pésame por algo.
SHANGAY ⇒ ¿Y entonces?
BEATRIZ LUENGO ⇒ Me asusté por un momento. Entré en Instagram y empecé a ver insultos, algo muy raro de ver en mis redes. “¿De qué vas?”, “¿Y ese acento?”, “¿Reniegas de ser española?”. Llamé a Lolero, mi asistente personal, porque no entendía nada, y ya me lo explicó.
SHANGAY ⇒ ¿Cómo es lo tuyo con el poliacento entonces?
BEATRIZ LUENGO ⇒ Es algo que me ha pasado desde siempre. Porque vivo fuera, por mi chico, por la empatía que genero con la gente de otros países… se me van los acentos. Y no solo me pasa en los países latinos. Es que voy a Galicia y se me pega el acento. Es algo que en un momento de mi vida me preocupó, hasta que me dijo un psicólogo que tiene que ver con una necesidad empática, con la necesidad de que las otras personas se sientan a gusto cuando me relaciono con ellas. Así que lo dejé fluir, porque como actriz también podía utilizarlo a mi favor.
SHANGAY ⇒ ¿Cómo te salió ese acento neutro en la entrevista de Billboard?
BEATRIZ LUENGO ⇒ Me escogieron para participar en un panel de Billboard en Las Vegas. Me pareció muy importante que me escogieran para formar parte de él; creo que artistas españolas solo estábamos Rosalía y yo. Pensé que tendría un impacto muy positivo de cara a mi evolución… Ocho meses después de hacerlo, subieron el vídeo.
Lolero me dijo “cariño, ¡tranquila!” [risas]. “¡Se te ha ido el acento en un vídeo de Billboard, hay que intentar que lo quiten!”. Y es que la entrevista fue con una persona de allí, y sí, se me fue el acento, mezclé muchos. Me molestó sobre todo que algunos dijeran que lo hice por marketing, para ganarme otros mercados, cuando lo que hice en todo momento fue promocionar mi país.
“Si hubiera visto el vídeo de Billboard desde fuera, siendo otra persona, me habría reído y habría pensado ‘está loca”
SHANGAY ⇒ ¿Cómo reaccionaste cuando fuiste consciente de la que se había liado?
BEATRIZ LUENGO ⇒ Soy la primera que me río de mí misma; soy muy autocrítica y no me cuesta nada entonar el mea culpa. Si lo hubiera visto desde fuera, siendo otra persona, me habría reído y habría pensado “está loca” [risas]. Es algo que me pasa comprando el pan, o mandando audios. De hecho, mi editora me dijo una vez que deducía en qué país de Latinoamérica estaba por el acento de mis mensajes.
SHANGAY ⇒ ¿Te ríes ahora si vuelves a ver el vídeo?
BEATRIZ LUENGO ⇒ Sí, me hace gracia. Me grabé un vídeo, que no llegué a subir, para explicar que no entendía por qué usar palabras en inglés continuamente te hace hipster, y si son las latinas te convierten en una payasa. Porque me parece una extraña variedad de racismo, y me toca: mi marido es cubano y mi hijo, que nació en Miami, no sé qué acento va a tener… Grabé otro vídeo pidiendo perdón, pero me di cuenta de que no tenía por qué pedir perdón a nadie. ¿Qué habría hecho yo en circunstancias normales? Pues lo que hice. Unas camisetas que decían “No me toques los crayones”, que fue sold out inmediato.
SHANGAY ⇒ Y te quedaste tranquila…
BEATRIZ LUENGO ⇒ Claro que sí. Porque en unos años mi hijo tendrá sus redes sociales, y si puedo dejarle una semilla de cómo superar una ola de odio y bullying como esta, pues eso que le habré enseñado. Él sufrirá bullying seguro, y yo le explicaré que con una camiseta frené el que sufrí yo. Porque es real que todo se paró en cuanto me puse la camiseta. Y usé la palabra crayones porque me parecía mucho más inclusiva que cojones. ¿Qué hay más cute que los crayones rojos?
EL LIBRO EL DESPERTAR DE LAS MUSAS SALE A LA VENTA EL 15 DE OCTUBRE PUBLICADO POR DESTINO.