Las obras para mejorar la plaza de la Escandalera en Oviedo comenzaron ayer, y como consecuencia han empezado a retirar los bancos arcoíris que se pintaron durante el gobierno del PSOE. Dichos bancos llevaban en la plaza desde junio de 2017; una decisión del partido socialista con motivo de la celebración del Día Internacional del Orgullo LGTBI. Ahora, el Ayuntamiento de la capital asturiana, gobernado por PP y Ciudadanos, ha optado por quitarlos.
Según el consistorio, “los bancos los van a sustituir por otros ergonómicos, con más altura y apoyabrazos, acordes al modelo de mobiliario urbano que se instala actualmente”. Algo con lo que discrepan los partidos de la oposición; la concejala socialista Marisa Ponga asegura que “la reforma de la plaza es una cortina de humo para retirar los bancos”. La polémica está servida, y las movilizaciones sociales por parte de la oposición y de activistas LGTB se suceden.
¿Qué harán con los bancos?
Es una de las preguntas que se hacen los vecinos, y desde que se comunicó su retirada, muchos han solicitado al menos su reubicación. Tal es el caso de la Asociación de Vecinos Fuente Pando Pumarín, que aseguraba “desconocer el destino que les ha reservado el actual equipo de gobierno”. El alcalde de Oviedo, Alfredo Canteli, se ha pronunciado y ha comunicado que al igual que él respetó que se pintaran también espera que se respete ahora la decisión del equipo de gobierno actual de quitarlos.
En cuanto a su reubicación, ha confirmado que: “Los bancos que ahora serán reemplazados serán repintados e instalados en otros puntos de la ciudad”. En una de las manifestaciones que se celebraron el pasado mes de diciembre en contra de la retirada de los bancos, sus portavoces reivindicaron que Oviedo es una ciudad de todos los colores y que no querían que volviera al blanco y negro. Pero por ahora, la decisión es irreversible.