Arturo Pérez-Seoane Garau fue el médico que atendió a Damián Rodríguez, un hombre que acudió al servicio de urgencias del centro de salud de Los Llanos de Aridane (La Palma) por molestias lumbares.
Tras la consulta y al ver el contenido de su informe, Damián decidió denunciar públicamente al sanitario. En dicho documento, el especialista detalló en el apartado de enfermedades previas el «transexualismo». Además, el paciente confesó que se sintió incómodo, ya que el doctor «estuvo bastante tiempo mirando y curioseando su historial médico».
Ahora hemos conocido que este médico fue candidato de Vox al Senado en las elecciones del pasado mes de noviembre. Un dato que tal vez haga más ‘entendible’ su comportamiento, pues a estas alturas todos sabemos de qué pie cojea el partido de ultraderecha, y lo poco que le gusta la sigla que forman las letras L, G, T, B, I, etcétera.
Por su parte, Sanidad, que comunicó horas después del suceso que le abrirían un expediente, afirmó que esa denominación para referirse a su condición de transexual pudo ser utilizada debido a un «error humano, generado por la utilización de una versión no actualizada del sistema de gestión administrativa y clínica de Atención Primaria”. Un explicación poco convincente, considerando que la Consejería de Sanidad cuenta desde hace tiempo con un Protocolo de atención sanitaria a personas Trans.