Se presenta como el candidato más joven para ser el próximo presidente de Estados Unidos. El demócrata Pete Buttigieg (quien también ironiza sobre su ‘impronunciable’ apellido de origen maltés) tiene 38 años, es abiertamente gay –está casado desde 2018 con Chasten Glezman– y quiere romper todos los estereotipos que rodean la figura del presidente estadounidense.
Su vida política (a pesar de ser breve) está marcada por haber llegado a la alcaldía de South Bend, Indiana (ciudad de unos cien mil habitantes, en la que nació) con tan solo 29 años. Además, también fue el primer político en reconocer su homosexualidad abiertamente en el conservador estado de Indiana. Su objetivo lo tiene claro: ganar con los votos de la izquierda y centro-derecha (incluso buscar el apoyo en los ex republicanos).
Pero a pesar de ello, ha recibido bastantes críticas por parte de la comunidad afroamericana, ya que sin quererlo, en 2015, creó el lema ‘All Lives Matter’ sin darse cuenta de que se estaba constituyendo como la oposición al de ‘Black Lives Matter’, motivo que le llevó a conseguir mala fama. Aunque el gran debate se centraba en su homosexualidad.
Con 12 años se enamoró de un chico, pero no tuvo la valentía suficiente para reconocer que era gay. «Me faltaban años para coger una palabra como gay y aplicarla sobre mí mismo», ha confesado. Siempre ha querido mantener su orientación sexual en secreto, tanto en la universidad como en el Ejército, donde fue reservista durante siete meses en Afganistán. Pero cuando Mike Pence (actual vicepresidente de Trump) aprobó una ley de libertad religiosa que serviría como base para la discriminación de la comunidad LGTBI, Buttigieg cambió. Esto fue lo que le hizo querer replantearse las cosas, y no solo confesando públicamente su homosexualidad, sino luchando contra esa legislación. «De pronto, mi estado aparece en la televisión como el estado más antigay del país», dijo.
Su mayor temor era querer encarrilarse en el mundo de la política en Indiana, donde ser político y gay se ven como dos cosas incompatibles. Pero una vez que se planteó su meta, nada le detuvo. Gracias a la influencia de sus padres como lingüistas y traductores, y sus estudios en Harvard y Oxford, hoy es un políglota muy destacado en el ámbito político, reforzado por su libertad a la hora de hablar sobre su orientación sexual y con muchas, muchas ganas de llegar a la presidencia.
Su popularidad también ha ido en aumento gracias a su particular apellido, ya que mucha gente intenta averiguar cómo se pronuncia correctamente. «Aunque fue mucho antes de que aceptara el hecho de que era gay, sabía que no tenía conexiones políticas en casa, tengo un apellido impronunciable y soy un demócrata viviendo en Indiana», ha confesado entre risas.
Esta claro que Pete Buttigieg es uno de los políticos estadounidenses más populares y mediáticos del momento, y quién sabe si podremos ver subiendo puestos en la carrera hacia la Casa Blanca en los próximos meses.In case you were wondering how to pronounce Buttigieg pic.twitter.com/J0FoJEnVZJ
— Veronica Stracqualursi (@VeronicaStrac) January 23, 2019