Leonardo y Edgar, una pareja gay que acudió el pasado lunes a un restaurante de un centro comercial ubicado en Córdoba, la segunda ciudad más poblada de Argentina, sufrieron un acto discriminatorio por el simple hecho de ir a pedir algo para cenar juntos. Prueba de que, a día de hoy, sigue habiendo homofobia en la sociedad argentina, a pesar de ser una de las más avanzadas de Sudamérica en lo que se refiere a los derechos del colectivo LGTBI.
ItItaly es el nombre del local, que se encuentra en el centro comercial Nuevocentro Shopping. La pareja acudió para pedir comida para llevar: ensalada de frutas, ñoquis y tiramisú. Fue después cuando recibieron el ticket de compra, y ahí se fijaron en que ponía en dos ocasiones: «Ensalada de fruta para los putos» [en Argentina, el término ‘puto’ equivale a maricón]. Ambos, lógicamente, se quedaron boquiabiertos.
Indignados, no dudaron en publicarlo en sus redes sociales. Fue en la cuenta de Facebook de Leonardo donde se viralizó rápidamente, mientras que Edgar declaró a un medio local que «le dijimos a la chica que leyese el ticket, no me voy a olvidar nunca su cara de ‘me quiero matar».
La empresa se ha defendido con el manido argumento de que «se tomarán las medidas pertinentes y sanciones que correspondan», y ha señalado que podría haber sido una cajera en periodo de prueba la que cometiese aquella «presunta discriminación».
Se tomen las medidas que se tomen, este suceso sigue ejemplificando la falta de respeto que continua existiendo actualmente, lo cual lleva a que muchos se pregunten cuándo llegará el día en el que nos empecemos a tratar como personas sin importar ninguna de nuestras condiciones.