Una de las últimas propuestas de Vox en la comunidad de Murcia, el polémico pin parental, ha sido suspendida cautelarmente por el Tribunal Superior de Justicia de Murcia. La Sala de lo Contencioso ha accedido así al recurso del Ministerio de Educación, que solicitó que se revocaran las instrucciones de la Consejería de Educación murciana.
Dicho veto parental obligaba a los centros a pedir la autorización de los padres o tutores para que los menores pudieran asistir a charlas y actividades complementarias, impartidas por profesionales, ajenas al centro y en horario escolar.
Esto supuso un ataque directo, entre otras muchas cosas, hacia todas aquellas clases sobre diversidad sexual que suponían un paso más para la visibilidad del colectivo LGTBI entre los más pequeños, y que la ultraderecha siempre ha rechazado.
De esta manera, se pausa una de las medidas más conservadoras que el partido liderado por Santiago Abascal había llevado a cabo, y que ha sido criticada públicamente por todos aquellos que apuestan por la igualdad, el respeto y la diversidad.