Aiala: "Si tienes voz, debes usarla para defender las causas en que crees”

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Para Jara Aiala, de 23 años, haber publicado recientemente su álbum debut Nothing Less Than Art... es una manera más de visibilizar su pasión y entrega absoluta hacia la música negra. Es la que siempre ha sentido más y la que le nutre e inspira como artista, y deja buena constancia de ello en su primer disco.

La cantante de Barcelona, con una experiencia importante interpretando temas ajenos, por fin ha podido compartir los suyos propios. Aiala ha querido fusionar en Nothing Less Than Art… los estilos que más le llegan, y por eso en el álbum encuentras r’n’b, reggae, soul e incluso rock. Y la recepción que está teniendo su debut la ha abrumado. “No esperaba tan buenas críticas, tanto del disco como de los conciertos, estoy flipando”.

Lo que tenía claro es que necesitaba compartirlo con el mundo ya. “Después de muchos meses de trabajo duro, llegó el momento de sacarlo. Seguiría cambiando cosas, porque soy muy perfeccionista, así que es mejor que esté ya en la calle, o seguiría aún regrabando voces”.

A día de hoy, por suerte, nuestro mercado es mucho más receptivo a la música de raíz negra y, en ese sentido, Aiala no ha podido elegir mejor momento para publicar su disco. “Y eso que todavía hay gente que dice que mi propuesta es arriesgada, y yo no lo entiendo. Hoy más que nunca vemos mucho mestizaje en la música, la gente está más abierta de mente que nunca”.

Hace dos años se encerró en casa para componer letras y seleccionar los temas que quería grabar. Una vez tuvo clara la dirección en que quería ir, empezó a trabajar con Chalart50 (batería de La Kinky Beat), “un maestro en todo lo relacionado con percusiones”, y con Isaïes Albert, “un compañero de la banda de versiones en la que estaba antes, que tocó bajos, guitarras y piano”.

«Todos vivimos del arte, no solo los artistas, en estos momentos se ve perfectamente»

Aiala venía de tres años centrada en conciertos de versiones, pero lanzar ahora su propio show, con la banda que ha montado para ello, es muy distinto. “Estaba acostumbrada al público, pero ya no es la misma sensación, porque ahora me desnudo ante la gente a través de mis canciones. Disfruto un montón en mis bolos, que ya no son tan tranquilitos como cuando hacía covers. Ahora puedo dar botes si quiero, compartir lo que me apetezca; poder expresar lo que quiera en esos momentos es un arma muy poderosa”.

A estas alturas, Aiala no está dispuesta a que nadie cuestione lo que hace, porque como es obvio, tiene absoluta libertad para expresarse tal y como siente. “No entiendo cuando alguien cuestiona por qué hago música negra o canto en inglés”, explica. “Hago música negra para reivindicar lo que ha vivido esas comunidad durante cientos de años, y que aún sigue pasando. Si tienes voz, debes usarla para defender las causas en que crees”. Desde muy pequeña tuvo claros sus referentes: “Nina Simone, Aretha Franklin o Amy Winehouse. De las artistas actuales me encanta Lizzo, incluso versiono un tema suyo en mis directos. El componente tan duro de sufrimiento del blues siempre lo he tenido muy presente, me llega muy adentro”.

«El componente tan duro de sufrimiento del blues siempre lo he tenido presente, me llega muy adentro»

Al final, Aiala considera que prácticamente toda la música que escuchamos hoy día tiene una raíz negra. “Si lo piensas, del blues nace el r’n’b que escuchamos hoy día; del funk nace el hip-hop en los 80, y de él, el rap, que luego ha dado pie al trap. Es una evolución natural”, y a Aiala todos esos estilos le inspiran por igual, de ahí que todos hayan tenido cabida en su disco. “Escucho música durante todo el día, y es muy variada, dependiendo de mi estado de ánimo; eso se tenía que ver reflejado en mi trabajo. Igual que un día voy vestida toda de cuero porque me siento súper rockera, y al siguiente en chándal, porque me apetece”.

El título del disco, Nothing Less Than Art…, surgió de una manera curiosa. “Es la frase que tenía en mi perfil de Instagram desde hace años. No quería ponerle el nombre de una de las canciones, y le estuve dando mil vueltas. Cuando vi el diseño del disco, lo vi claro. Quería darle al arte el lugar que le corresponde, en un momento en que la cultura está súper pisoteada. Y todos vivimos del arte, no solo los artistas, en estos momentos se ve perfectamente”.

El componente atemporal de su sonido ayudará a que pueda ser un proyecto de largo recorrido, dado que en estos momentos el mundo se ha frenado de golpe. “Esperemos que esto no dure mucho y que pueda volver a hacer bolos lo antes posible. Me muero de ganas de seguir subiéndome a los escenarios, porque es cuando más disfruto. El intercambio de energía que se genera en un concierto es lo mejor”.