Este año vamos de eurodrama en eurodrama. El último llegó el pasado fin de semana, fecha en la que se tenía que haber celebrado el Festival de Eurovisión. Europe Shine a Light era un programa previsto para dar esperanza y consolar a los eurofans justo ese triste día. La UER y la Televisión Holandesa querían rendir un homenaje a los desolados fans, y a la historia del festival. Y con la imagen tan sumamente triste que TVE brindó del Teatro Real, llegó el bajonazo. Vamos, el eurodrama.
El Teatro Real tiene una historia gloriosa. Es uno de los mejores teatros de ópera del mundo. En su escenario de celebró Eurovisión en 1969 tras la victoria de Massiel, y en él arrasó Salomé con Vivo cantando. Pero, en honor a la verdad, esa triste imagen de su fachada posterior no era la foto que el mundo necesitaba para darnos el chute de buen rollo que todos necesitamos. Nuestra adorada Laura Valenzuela fue la presentadora. Todo fue bueno en esa noche de 1969. Pero, en vez de dar una imagen positiva el mundo, dimos esta otra, que fue como de tanatorio.
TVE no para de darnos disgustos. Primero fue retirar de La mañana de La 1 a María Casado. Luego, el programa de Máximo Huerta. Pocos días después de esas noticias, cierran la semana con esta lúgubre imagen que damos al mundo.
Ni el Teatro Real (insistimos, con un glorioso pasado, un presente deslumbrante y un más que prometedor futuro) ni nuestra historia eurovisiva merecen esta imagen. Eurodrama innecesario.