Llega junio. Y en este mes es habitual que la bandera LGTBI luzca en la fachada de las instituciones durante los días del Orgullo. Sin embargo, una sentencia del Tribunal Supremo que conocimos ayer puede dar al traste con esta costumbre. ¿Qué pasará con nuestra bandera del arcoíris tras la prohibición del Alto Tribunal?
La sentencia del Tribunal Supremo dice exactamente así: «No resulta compatible con el marco constitucional y legal vigente, y en particular, con el deber de objetividad y neutralidad de las Administraciones Públicas la utilización, incluso ocasional, de banderas no oficiales en el exterior de los edificios y espacios públicos, aun cuando las mismas no sustituyan, sino que concurran, con la bandera de España y las demás legal o estatutariamente instituidas». Esta sentencia la hemos conocido el 1 de junio, el primer día del mes del Orgullo LGTBI.
Nos tenemos que remontar a 2016. Todo ello viene a raíz de acuerdo del Pleno del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife que, en septiembre de ese año, daba reconocimiento a la ‘bandera nacional de Canarias’ y pretendía darle un lugar prominente en el Ayuntamiento de la capital de la provincia. Se trata de la bandera canaria oficial (blanca, azul y amarilla) pero en vez de con el escudo, con las siete estrellas verdes, que históricamente ha usado el movimiento independentista como emblema.
Pero la corporación que entonces regía el consistorio llegó a un acuerdo municipal que definía «la bandera nacional de Canarias como uno de los símbolos colectivos con los que se siente identificado el pueblo canario, expresión de las luchas históricas que se han sucedido en el archipiélago a favor de la instauración de la democracia, la libertad y la consecución de mayores cotas de bienestar para sus gentes, así como en pro de la construcción de una mayor hermandad entre las islas». El Tribunal Supremo asegura que «no es la bandera oficial, por lo que no puede atribuírsele la representatividad del pueblo canario, como defiende el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife».
La sentencia Alto Tribunal prohíbe así que situaciones como estas vuelvan a ocurrir. Y nuestra pregunta es: ¿qué ocurrirá con la bandera LGTBI durante los días del Orgullo?
Recordemos que, pese a que pueda parecer lo contrario, esta es una costumbre relativamente reciente. En Madrid, por ejemplo, fueron Cristina Cifuentes y Manuela Carmena quienes la pusieron, respectivamente, en la sede de Presidencia de la Comunidad de Madrid y del Ayuntamiento de la capital. Y eso fue hace solo cinco años, en 2015. Luego, este hecho tan simbólico como precioso, se extendió a todas las consejerías del Gobierno autonómico y a todas las juntas de distrito del consistorio. Pero, desde la llegada de Vox a ambas instituciones, este partido ultra presiona a sus socios de Gobierno para que no lo hagan.
Ahora, esta sentencia del Tribunal Supremo por una bandera independentista canaria puede que haga que nuestros colores dejen de ondear en una fecha tan simbólica como los días del Orgullo.