El 'Black Trans Lives Matter' se manifiesta frente al Stonwall Inn y revive su espíritu revolucionario

Temas: Black Lives Matter, Historia LGTBIQ+, Marsha P. Johnson, Orgullo

Stonewall lleva años siendo un símbolo de lucha contra la opresión, al igual que el Black Lives Matter actual, que ha movilizado a millones de ciudadanos en todo el mundo. Pero, ¿y si ambas reivindicaciones se juntasen para conseguir un mismo objetivo?

El movimiento Black Lives Matter ha traído también mucha polémica. Muchos abogan por el respeto y dignidad que el conjunto de vidas negras deberían tener, pero otro sector de los manifestantes solo defiende el prototipo de hombre norteamericano, heterosexual e incluso clasista. Celebridades como Justice Smith han criticado esta falta de integración en las marchas, donde no había mucho apoyo a los gritos de «Black Gay and Trans Lives Matter».

Esto ha hecho que muchos de los manifestantes que sí luchan por conseguir una libertad completa para todas y cada una de las vidas, hayan decidido reunirse frente al emblemático Stonewall Inn, lugar donde dio comienzo la lucha que el colectivo LGTBI ha ido realizando hasta nuestros días. De ahí que se celebre el Orgullo Gay.

Que estas dos protestas se hayan unido en un año tan extraño y sorprendente como está siendo el 2020 significa mucho. Lo que hoy en día conocemos como Orgullo, fue gracias a aquellas personas que quisieron revelarse contra la policía y sus redadas en los bares gais. Personas no solo blancas, muchos afroamericanos travesti y mujeres trans también estuvieron ahí. La más reconocida (y ya icónica) fue Marsha P. Johnson, activista queer transexual y negra. Su espíritu revolucionario y luchador ha sido lo que ha movilizado a todas esas personas a levantar la bandera trans junto al lema ‘Black Trans Lives Matter’.

 

Todas las minorías, colectivos o grupos que luchan contra la opresión que han recibido por la gran sociedad, deben ir de la mano. Todos bajo la mismo objetivo: conseguir un merecido respeto, visibilidad e integración. Esto debe servirnos como recordatorio de lo que muchas personas iniciaron y que a día de hoy sigue latente. La lucha continúa con nosotros, y no cederá hasta que alcancemos nuestra meta. Debemos tener en cuenta que las cosas que nos hacen distintos a unos de otros no se pueden comparar con la gran semejanza que nos hace iguales a todos: nuestra raza. La raza humana o, si lo prefieres, la humanidad.