El teatro del siglo XX está plagado de autores malditos, y entre ellos destaca Jean Genet, que se lleva la palma en cuanto a rebeldía. Poner en escena Las criadas, escrita en 1947, es, sin duda, un reto, que Luis Luque dirige, con una lograda versión de Paco Bezerra.
La acción de Las criadas se sitúa en un mundo atemporal, muy conseguido por la escenógrafa Mónica Boromello y el videoarte preciosista de Bruno Praena, apoyado en el cinematográfico vestuario de Almudena Rodríguez. Luque no se anda por las ramas, y si bien podría decirse que sus Criadas resultan un tanto estáticas, tiene el mérito de no dudar en su dirección.
El trío de actrices funciona con precisión relojera, Jorge Calvo, travestido como La señora, marca las diferencias de clase y en su corta intervención crea, con maestría, la sensación de que se merece todo lo malo que le pase. Por el contrario, el duelo vital de las doncellas nos hace empatizar desde el minuto cero.
Alicia Borrachero construye su Solange desde la tierra, explicándonos su cruel mundo desde las entrañas. Ana Torrent crea su crítica social desde el corazón, encarnando a la sirvienta Claire sin aspavientos y aportando a su personaje un halo más espiritual.
El esperpento que destila esta propuesta del mundo de Genet, donde lo único que se encumbra son los bienes materiales, resulta de lo más actual. Mal vamos si la realidad supera la ficción, cuando personas carcomidas por el odio resultan tan reconocibles, y se olvidan de las buenas acciones a cambio de sufrimiento y sed de venganza. ⭐⭐⭐⭐
LAS CRIADAS SE REPRESENTA EN LAS NAVES DEL ESPAÑOL (Paseo de la Chopera, 14 · Matadero Madrid) HASTA EL 8 DE NOVIEMBRE