Poco más se puede añadir a esta noticia. Jair Bolsonaro es un claro ejemplo de los negacionistas de la pandemia de la COVID-19. Pero ahora ha dado un paso más que raya en el delirio. Pide a Brasil que deje de ser «un país de maricas» y que no se dejen amedrentar por el miedo.
Sus palabras exactas son: «Amenazan con la segunda ola. Hay que enfrentarlo. Es la vida. Tengo sentimientos por todos los que murieron (…) No hay cómo escaparse de la realidad. Hay que dejar de ser un país de maricas«.
Todo ello para asegurar que la economía es vital (como si alguien lo dudara) y que hay que aprender a convivir con este drama.
No es la primera vez (ni será la última) que Bolsonaro ataca al colectivo LGTBI. Hace poco más de un año, el presidente aseguró que no quería que su país se convirtiera en un destino turístico gay: “Brasil no puede convertirse en un país dentro del mundo gay o del turismo gay”. Y por si alguien no lo entendía, añadió la coletilla de “tenemos familias” a modo de justificante.