OROVEGA visibiliza su bisexualidad en el vídeo de 'Pena': "La representación es poderosa"

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OROVEGA, de origen español y marroquí sefardí, sorprende con su sensual nuevo vídeo, Pena, en el que, tras una ruptura con un chico, se deja seducir por una mujer que llega a su casa. La mejor manera de superar un momento así, ¿verdad?

Descubrimos a OROVEGA con el tema Master y Margarita, un original acercamiento a la chanson française, que presentó hace dos años en el Orgullo de Madrid. Después llegaron más singles, Tánger y Reina mora. Con Pena –canción que formará parte de un EP que verá la luz en 2021–, la joven artista confirma que su apuesta se va reafirmando. Combinando sonidos urbanos, flamencos, sefardíes y árabes, está sorprendiendo a todo quien la descubre.

Cuenta OROVEGA que compuso Pena, junto a Al-Blanco, en plena cuarentena, en Málaga. «Tenía claro que quería que el EP en el que estoy trabajando tratase la pena y la tristeza desde distintos puntos de vista. En el caso de este single, hablo sobre la superación de una relación opresiva, basada en la posesión, que poco a poco te va negando tu libertad e independencia». Un mensaje de empoderamiento que ha querido reforzar con el vídeo que acaba de estrenar.

También ha querido apostar OROVEGA en este vídeo por la visibilidad bisexual. Porque esa pena por la ruptura con su chico desaparece cuando aparece en su vídeo una mujer a la que ha llamado «La Douceur» (La Dulzura). «Consigue sacar lo mejor de mí, logra devolverme la libertad y acabo enamorándome de ella», explica la artista. Que asegura que todo lo que canta es pura verdad, porque «siempre me inspiro en lo que ha vivido y lo que siento».

De manera que si narra una historia de flechazo entre dos mujeres no es casual. «Me siento atraída tanto por hombres como por mujeres«, explica. «He tenido relaciones con unos y otras, y deseo que todo el mundo tenga siempre derecho a amar libremente a quien quiera». Y confía en que el vídeo de Pena contribuya a romper con tabúes y estereotipos. «La representación es poderosa, destruye barreras y ayuda a normalizar orientaciones sexuales no normativas«.