Ayer, una pareja gay iba de la mano por el Raval de Barcelona cuando fueron atacados por cuatro hombres que les insultaron, empujaron, amenazaron y acosaron. Este es un caso más de la creciente racha de delitos de odio contra personas LGTB en nuestro país.
Los dos chicos tuvieron que salir corriendo para huir de sus perseguidores y esconderse en un portal, donde pudieron llamar al 112. Gracias a la pronta actuación de los cuerpos de seguridad, el incidente no fue a más. La policía detuvo a tres de los cuatro asaltantes, que se enfrentan a un delito contra los derechos fundamentales y libertades públicas. Los acusados tienen antecedentes por robo. La investigación sigue abierta buscando al cuarto agresor. El Observatori Contra la Homofobia de Catalunya ha calculado que los delitos discriminatorios han aumentado un 40% respecto al año pasado.
Esta ola de agresiones es desalentadora y terrorífica. No solo en la comunidad catalana han aumentado exponencialmente estos crímenes de odio, sino en todo el país. Que una pareja homosexual sea increpada por ir de la mano parece propio del siglo XIX. La educación y la colaboración ciudadana es imprescindible para erradicar este veneno tan letal que es la homofobia.