El obispo brasileño Tomé Ferreira da Silva ha sido destituido por el Vaticano después de que se filtrara un vídeo sexual en el que aparecía masturbándose con otro hombre durante una videollamada. Las imágenes, que han sido editadas y están circulando por las redes sociales, han supuesto su salida de la Iglesia aunque ya fue acusado anteriormente de abusar sexualmente de otros curas, seminaristas, monaguillos y hasta un aparca coches.
El Vaticano y la Conferencia Episcopal de Brasil emitieron un comunicado informando sobre el “abandono” del obispo aunque omitieron el motivo de su salida de la Iglesia. La realidad es que el Papa Francisco lo ha expulsado por la cantidad de casos de abusos sexuales denunciados desde su entrada en la diócesis en 2012. El acusado ha estado al frente de la sede católica de Sao José do Río Preto y tenía a su cargo treinta municipios, setenta parroquias y decenas de sacerdotes.
Hace tres años, el obispo ya fue investigado por la Iglesia por haber hecho caso omiso a denuncias de acoso sexual. El obispo José Negri, amigo del Papa, confirmó la veracidad de las denuncias y destituyó a da Silva del cargo de coordinación en la Conferencia Episcopal. Además, unos años antes sus superiores recibieron denuncias anónimas que acusaban al obispo de haber tenido una relación sentimental con su chófer y de haber sacado dinero de la Iglesia para pagarle.
Pero el caso de da Silva no ha sido el único. El mayor escándalo de abusos sexuales tuvo lugar en 2019 en la diócesis de Paraíba por explotación sexual de menores. Un tribunal laboral condenó a la diócesis a pagar tres millones de euros tras demostrar que varios sacerdotes pagaban habitualmente por sexo a otros seminaristas y monaguillos. Y en enero de este año, tuvo una fuerte repercusión el caso contra el arzobispo metropolitano de Belém, Alberto Martínez Correa, denunciado por cuatro seminaristas por chantajearles para aceptar los abusos sexuales.
La Iglesia católica en Brasil cuenta con 123 millones de fieles y ya suman una importante cantidad de casos de abusos sexuales en su diócesis. Aunque los datos son mucho más escalofriantes en Estados Unidos donde la cifra asciende a siete mil sacerdotes investigados, o en algunos países de Europa como España, donde han salido a la luz 356 casos de abusos sexuales a menores con un total de 896 víctimas, recogidas en un estudio de El País sobre la pederastia en el clero católico español.