El Parlamento Europeo ha pedido a Bruselas utilizar todos los instrumentos a su alcance para frenar la homofobia de Hungría y Polonia. El objetivo del texto aprobado por los eurodiputados consiste en que las personas LGTB puedan ejercer libremente sus derechos fundamentales y que las familias y el matrimonio igualitario sean reconocidos automáticamente en todos los estados miembros de la Unión Europea, a pesar de contar con los votos en contra de la extrema derecha y la división de los populares europeos.
El texto, que surge a raíz de las numerosas peticiones de las familias LGTB que sufren discriminación en Hungría y Polonia, ha sido aprobado por 387 votos a favor, 161 en contra y 123 abstenciones. La resolución, recogida por eldiario.es, ha salido adelante gracias a los votos de los socialdemócratas, de los liberales y de la izquierda, mientras que los votos de Vox han ido en contra y el Partido Popular y el resto de la extrema derecha de la Eurocámara se ha abstenido.
La comisión de Peticiones, presidida por Dolors Montserrat (quien firma la resolución), ha sido la encargada de redactar el documento con el fin de realizar un seguimiento específico de las peticiones admisibles que involucran a todo el Parlamento Europeo. Tal y como afirma el texto, se debe a «los retrocesos que se han producido, como la retórica hostil de políticos electos y las oleadas de violencia homófoba y tránsfoba», a pesar de los avances que ha realizado la Unión Europea en términos de uniones civiles, derechos de adopción para las personas LGTB, protección jurídica contra la discriminación y contra los delitos de odio.
Por ello, los eurodiputados pretenden que las uniones civiles homosexuales formadas en cualquier Estado miembro sean reconocidas en los demás países de la UE al igual que las uniones heterosexuales. Y de la misma manera ocurre con las familias LGTB, que proponen expedir un certificado de nacimiento en otro Estado miembro como padres del niño, independientemente de su sexo o estado civil, para evitar que el niño se convierta en apátrida al trasladarse a otro país de Europa. Y sobre todo, para que las familias LGTB puedan disfrutar de los mismos derechos de reagrupación familiar que las familias heterosexuales en todo el territorio europeo.
«El compromiso de la Comisión Europea de proponer una iniciativa legislativa con el objetivo de ampliar la lista de delitos de la UE a los delitos motivados por prejuicios y discursos de odio, incluso cuando se dirigen a personas LGTBIQ», apoya el texto. E intentar poner fin a la LGTBfobia arraigada en países como Hungría, Polonia y Rumanía, que además, se enfrentan a los instrumentos de la Comisión, como los procedimientos de infracción, medidas provisionales y herramientas presupuestarias. No solo por sus leyes antiLGTB, sino también por desacatar la sentencia del Tribunal de Justicia de la UE de 2018 que obligaba a reconocer con el término «cónyuge» tanto a las parejas heterosexuales como a las homosexuales.